“No se puede tirar la toalla. Es el momento de sumar para que haya un cambio de Gobierno” en España. Es el mensaje que este viernes le lanzó el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al presidente del PP, Pablo Casado en el primer día de campaña de cara a las elecciones generales del 28-A. En un mitin celebrado en Málaga, auguró que el cambio “es posible”, como lo fue en Andalucía. Rivera animó a sus compañeros de partido:“Hay que creer en la victoria. Hasta el día de hoy, todos los objetivos políticos que nos hemos planteado los hemos conseguido”.

Rivera cerró el acto celebrado en los Baños del Carmen, junto al mar y en el que ondeaban banderas andaluzas, españolas y europeas. El líder del partido naranja afirmó que una de las noches más emotivas de su vida fue la del 2 de diciembre en Andalucía, en la que Cs lideró el cambio que todos creían imposible. Y dijo que confiaba en que el 28 de abril se repetirá esa situación.

Acompañado de cerca de mil personas, Rivera prometió un Pacto de Estado por la educación y que la Constitución española será una asignatura obligatoria. También se comprometió a elaborar una ley para derogar las barreras lingüísticas del país. Como ejemplo criticó las dificultades para que un facultativo trabaje en Baleares por las trabas idiomáticas. “Me importa más salvar vidas, que el idioma que hable el médico”, dijo.

Promete crear una tarjeta sanitaria única en España y medidas contra la despoblación

Con el número uno al Congreso por Málaga, Guillermo Díaz; la candidata por Madrid, Sara Giménez y el consejero de Educación, Javier Imbroda, como teloneros, Rivera avanzó que si gobierna creará una tarjeta sanitaria única y bajará el IRPF en las zonas rurales para evitar la despoblación.

El líder naranja defendió “una revolución por la igualdad” social y territorial porque lamentó que “el Estado autonómico ha fragmentado derechos”. Puso como ejemplo del cambio posible y de la gestión al nuevo Gobierno andaluz. “Habéis hecho más en 70 días que el Partido Socialista en 30 años”, sentenció. Por eso instó a llenar las urnas de votos para “enviar a Sánchez a la oposición”. Al presidente del Gobierno le reprochó que hable más del aborto y de “los huesos de Franco” que de la natalidad y las pensiones. “Yo quiero ser un presidente que hable del futuro, no del pasado”, dijo a lo largo de un acto que duró una hora.

Rivera criticó la aquiescencia de Sánchez con los nacionalistas catalanes. Y advirtió que así como no se perdona a los que se saltan un semáforo en rojo o a los que no pagan el IBI, “no se puede indultar a los que han dado un golpe de Estado”. Y se comprometió:“Yo voy a respetar lo que diga el Tribunal Supremo; quien haya cumplido la ley tendrá premio y quien se la haya saltado, tendrá castigo”.

Tras condenar que los separatistas lleven “40 años con un plan”, el líder de Cs prometió a su vez “un plan para recuperar la unidad de los españoles, porque para frenarles hay que tener un plan”. Y se comprometió por construir un país libre en el que nunca más “nos apedreen por entrar en un pueblo de España”.