La crisis catalana

La mesa de diálogo se queda coja

  • Aragonès veta a los designados por JxCat que no pertenecen al ‘Govern’ y sus socios deciden no acudir a la reunión de hoy ni futuras

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este martes.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este martes. / Quique García (EFE)

A un día de la reactivación de la mesa de diálogo ha estallado una crisis en el seno del Govern, a raíz del intento de JxCat de incluir a Jordi Sànchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras en la delegación de la Generalitat, nombres que ha vetado el presidente catalán, Pere Aragonès, por no ser consellers.

JxCat no solo se ha negado a retirar esos nombres, sino que ha denunciado que la decisión de Aragonès de no aceptarlos se debe en realidad al "veto" y a la "censura" de la Moncloa.

Si en la última semana la gran incógnita había sido si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistiría a la reunión de este miércoles en Barcelona, lo que finalmente ha provocado un terremoto político, a 24 horas de la cita, han sido los nombres propuestos por JxCat para la delegación catalana, ya que tres de ellos no cumplen la condición de Aragonès de pertenecer al Govern.

Después de que mañana a las 15.00 horas Pere Aragonès y Pedro Sánchez se reúnan a solas en el Palau de la Generalitat y después den paso a la reunión entre las dos delegaciones, solo se sentarán a esa mesa representantes del Gobierno y miembros de ERC en el Govern; JxCat estará ausente.

Las turbulencias han empezado cuando, sobre las 9.30 horas, JxCat ha hecho público un comunicado en el que desvelaba su propuesta de nombres para la mesa: solo uno de ellos, el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, forma parte del ejecutivo catalán.

Dos presos indultados

La inclusión de dos presos indultados -el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, y el vicepresidente del partido, Jordi Turull- además de la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, ha enfurecido a Aragonès, que había reclamado que la delegación estuviese compuesta exclusivamente por miembros del Govern.

Su irritación se ha duplicado por el hecho de que JxCat -tras la decisión de su dirección ejecutiva- ha publicado sus nombres antes de consensuarlos en la reunión de este martes del Govern, la más tensa desde la investidura de Aragonès el pasado mayo.

En la reunión, Aragonès ha planteado la aprobación de un acuerdo sobre la mesa de diálogo -en la que el president quiere reivindicar amnistía y autodeterminación- que, a ojos de JxCat, era "infumable".

Tras solicitar JxCat un receso para valorar los siguientes pasos, se ha votado el acuerdo, aprobado con el apoyo de los consellers de ERC y la abstención de los de Junts, según han explicado a Efe fuentes de la Generalitat.

JxCat se ha negado a retirar los nombres ajenos al Govern vetados por Aragonès, por lo que la rueda de prensa habitual de la portavoz del ejecutivo ha sido sustituida por una comparecencia del president en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat.

Aragonès ha anunciado que la delegación de la Generalitat para la reunión de mañana estará compuesta, de momento, por él mismo y por dos consellers de ERC, Laura Vilagrà y Roger Torrent, quedando fuera sus socios de Govern, hasta que JxCat le haga llegar una propuesta de consellers que él aceptaría de inmediato.

Pero JxCat no ha modificado su postura: si no se aceptan sus cuatro nombres, ninguno de ellos -ni tan solo Puigneró- estará ni mañana ni en futuras reuniones de la mesa de diálogo.

"Veto de Moncloa"

Para explicar la postura de JxCat ha comparecido Jordi Sànchez, que en lugar de culpar a Aragonès del veto ha dado a entender que el president ha actuado por orden "de la Moncloa".

"Me niego a aceptar que haya un veto del presidente Aragonès. No es verosímil", ha afirmado Sànchez, que ha advertido que "sería una mala praxis aceptar las condiciones del Gobierno" y ha alegado que "a principios de verano" ERC planteó el nombre de Oriol Junqueras, que decayó, a su entender, por la presión del PSOE.

"Nosotros no dejamos sillas vacías, en todo caso no se nos ha dejado entrar", ha puntualizado Sànchez, que no obstante ha negado que este episodio abra "una crisis de fondo" en el Govern.

Por su parte, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha avalado la postura de Aragonès y ha recalcado que la mesa debe estar formada exclusivamente por miembros de ambos ejecutivos.

"Siempre el marco ha sido el de delegaciones de trabajo de ambos gobiernos; no hemos contemplado otro marco", ha señalado.

Una posición que ha ratificado el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, que, sin querer "echar leña al fuego", ha subrayado que "desde el principio se sabía que era una mesa entre gobiernos".

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