El novato, el curtido y el profesor

Sánchez arranca con nervios y luego coge vuelo; Madina y Tapias aprovechan su experiencia en el Congreso y la universidad para exponer sus iniciativas.

Eva Santos (Efe)

07 de julio 2014 - 21:45

Todo es nuevo en un PSOE que ha hecho suya la máxima de renovarse o morir. Es la primera vez que va a elegir a su secretario general en unas primarias entre los militantes y es la primera vez, también, que los candidatos a liderar el partido debaten sin cortapisas y con público. Fue en Ferraz, retransmitido en directo por las televisiones y los medios digitales -el PSOE ofrecía la señal por satélite- y con la participación de 99 militantes, 33 escogidos por cada candidatura.

La expectación era mucha desde primera hora, aunque fue a partir de las 12:30 cuando llegaban escalonadamente los miembros de las candidaturas. Se habilitó la sala Ramón Rubial, donde se reúnen los comités federales del PSOE, con un estrado de blanco y rojo -hace tiempo que los socialistas desterraron el "azul PP" que Zapatero puso de moda-, con atriles para los candidatos y sillas para invitados.

Pedro Sánchez llegaba con el que se ha convertido ya en su uniforme de campaña, camisa blanca y pantalones vaqueros, mientras que Madina y Pérez Tapias han coincidido con un azul muy parecido en la camisa, aunque el andaluz ha preferido no quitarse la chaqueta. Así, desde la última fila de la sala, estaba bien claro quién era cada uno.

El horizonte era como el skyline de una gran ciudad, con sus bloques de pisos de similar altura (los invitados sentados, en este caso) y sus rascacielos (los candidatos, que superan el 1,90 de altura). Los tres estaban de pie delante de un atril y sudaron la gota gorda, porque la iluminación que se había colocado para que la imagen que saliera por las teles fuera buena era más propia de una cabina de rayos uva.

Quizás los nervios jugasen una mala pasada a Sánchez, que comenzó nervioso. Luego ganó aplomo y aprovechó cada oportunidad para "colar" sus propuestas. Madina está más bregado en subir a la tribuna -lleva diez años en el Congreso, los cinco últimos además como secretario general del grupo socialista- y Pérez Tapias ha sido parlamentario durante ocho años y es profesor universitario.

Pérez Tapias a veces se extendió más de la cuenta, pero también fue el más relajado y con toques de humor, mientras que Madina se mostró muy contundente y seguro de sí mismo, pero con un discurso con más matices que sus oponentes. Los candidatos fueron sumamente respetuosos y no se interrumpieron, si bien se escuchó más de una pulla, especialmente entre Madina y Sánchez, los dos favoritos. Sánchez no se cortó en señalar que la apertura del PSOE al voto de los militantes no lo ha conseguido una persona (Madina), sino que del asunto se habló en la Conferencia Política. El vasco se referió veladamente a los rumores que sitúan a Susana Díaz detrás de la candidatura de Sánchez y dejó claro que él se representa a sí mismo.

Junto a decenas de militantes anónimos, entre el público había también algún que otro rostro conocido, casi con cuentagotas: el exministro y actual eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar, invitado por el equipo de Pérez Tapias, o el secretario de Estado Bernardino León, que apoya la candidatura de Madina.

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