El mantoncillo, de pico y fruncido
Feria del Caballo 2025
La moda y las nuevas tendencias alcanzan a todos los elementos clásicos que acompañan al traje de flamenca

La Feria del Caballo vuelve hacer de Jerez un lugar donde disfrutar del buen ambiente, la fiesta, la familia y los amigos, pero esta cita también requiere, cada vez más, una indumentaria adecuada que se va adaptando a los tiempos y modas y se renueva cada temporada.
Así, desde hoy y hasta el 24 de mayo, las mujeres cruzarán la portada del recinto ferial vestidas para la ocasión y, si quieren estar a la última, mejor tener en cuenta las nuevas tendencias en el traje de flamenca y sus imprescindibles complementos, que, desde sus orígenes en el siglo XIX hasta convertirse en un símbolo de identidad cultural y estilo, han tenido un extenso recorrido a lo largo de la historia.
Y uno de los esenciales en este típico atuendo es el mantoncillo con el que se combina el traje de flamenca. Tras elegir el color, un diseño liso o una pieza bordada, hay que tener muy en cuenta la forma de llevarlo para que todo el conjunto luzca como la ocasión merece y, sobre todo, realce el vestido. En los últimos años se ha visto mucho la colocación de mantoncillos encajados con el escote y dejando la espalda descubierta, pero esta tendencia parece estar caduca, según señala Pilar Larrondo, responsable del canal de moda y belleza de Grupo Joly, Wappíssima.
Como indica esta experta, actualmente se vive una regresión a los clásicos y vuelve a estar en auge el tradicional mantoncillo en pico y algo fruncido para darle movimiento, pero no sobre unos tirantes, como se veía en los ya lejanos años noventa del siglo pasado. Elegir este complemento parece sencillo, pero la tarea se puede complicar según la paleta de colores del vestido.
Los colores
En este sentido Larrondo asegura que a la hora de combinar tonos que se salen de lo clásico y tienen personalidad propia, como el azulina, el amarillo o incluso el fucsia, se deben tener en cuenta varias cuestiones que en algunos casos dependen del atrevimiento de cada una. Así, la experta aconseja que “si no te la quieres jugar, apuesta por combinar tu traje de flamenca con un mantoncillo del mismo color. Si es de un color potente y con personalidad, quedará completamente integrado en el look y no sentirás que el efecto llama en exceso la atención”. Por otro lado, si se apuesta por el contraste, “la idea es combinar tu traje de flamenca de color potente con un mantoncillo también de un tono fuerte. Que tu traje de flamenca es amarillo, combínalo con un mantoncillo malva; que es azulina, apuesta por un verde jabonoso; que es naranja, juega con el fucsia. La idea es crear sensación de contraste entre colores, a priori, antagónicos”.
Con el fruncido, se observan mucho mejor los bordados de la pieza”
Pero hay más opciones y, entre estas dos propuestas, la especialista también propone una combinación que pasa por tomar como base el color del traje de flamenca y moverse en la misma familia de colores. “Si es rosa, por ejemplo, apuesta por un mantoncillo en otra variedad de rosa (que no se repelan entre sí)”, indica al respecto Larrondo, que, tras analizar las propuestas en pasarela y darse una vuelta por las firmas y tiendas donde adquirir este complemento, asegura que “los mantoncillos bordados siguen siendo los favoritos, aunque ahora no sólo juegan con las flores, también hay elementos animales, como pájaros o libélulas, o motivos chinescos”.
Ajustarlo al vestido
Tras la elección, hay que buscar cómo ajustarlo al vestido, algo que también ha ido cambiando en el devenir de este tradicional atuendo. La forma clásica de llevar el mantoncillo siempre ha sido en pico, asegura Larrondo, que añade que “además de resultar muy cómoda, es muy favorecedora porque crea una especie de escote que dibuja una línea vertical desde la cintura (o desde donde se coloque el mantoncillo) hasta el cuello” y este año “no sólo se lleva el mantoncillo en pico, sino que, además, incorpora el efecto fruncido en la zona del pecho para que resulte todavía más cómodo. De esta forma, además, también se observan mucho mejor los bordados de la pieza”.
Tal y como explica la experta, para colocarlo sólo hay que pasar el mantoncillo por detrás del cuello y unir ambos picos en la zona frontal. “En lugar de colocarlo a la altura del talle, puedes elevarlo un poco y aproximarlo a la zona del escote. Una vez que está colocado, encaja los laterales en los hombros y frunce un poco la pieza en el frontal. Luego sólo tienes que enganchar el alfiler al traje y al mantoncillo y listo”, concluye Larrondo.
Mestizaje
En cuanto a las posibilidades de este importante complemento, capaz de combinar a la perfección la tradición y la innovación, hay mucho donde elegir actualmente, adaptándose así a cada ocasión y estilo. Antiguamente eran mucho más grandes y de tejidos más densos y pesados, ya que las andaluzas lo utilizaban para protegerse del frío, pero hoy en día, los mantones, ya llamados mantoncillos debido a la reducción de su tamaño, son mucho más pequeños y están confeccionados en telas más ligeras, quedando relegados a ser simplemente un bonito recuerdo de nuestra cultura y un accesorio indispensable para el traje de flamenca.
Más allá de su de identidad cultural, su presencia en este vestido refleja el mestizaje de influencias que caracteriza el arte y la moda andaluza, mostrando un sentimiento, unos orígenes, pero sobre todo un arte que se mantiene intacto con el paso de los años, aunque cada año la moda dicta su devenir.
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