Jueves de Feria · La crónica

La Feria se quita el sombrero en un jueves grande

  • Las fuertes rachas de viento no llegan a deslucir una de las jornadas más importantes de la semana. De nuevo, las alergias y las bajadas de tensión 'llenan' la caseta de Cruz Roja

Rozaba la media mañana y ya había un compañero que con acierto y mucha guasa escribía en una red social que el Ayuntamiento de Jerez dedicaba la jornada al Ayuntamiento de Tarifa. Pero qué razón. Vaya ventolera se sufrió ayer en el Real del González Hontoria, una rachas que obligaron a más de una a agarrarse la falda para evitar enseñar más de la cuenta y a otros a aprovechar el sombrero para resguardarse del viento. Los abanicos que regalan por la Feria -y que siempre se agradecen en horas puntas-, sirvieron más para taparse la cara cuando el albero decía 'aquí estoy yo' que para aliviar las altas temperaturas. Vaya ventolera. Un viento que 'empanaba' el catavino a la más mínima brisa y que dejó a más de 'tuerto' y algún que otro selfie con ojos cerrados.

Como olas perfectas para surfear, se levantaba el albero al paso de los coches de caballos y la noria se quedaba sin cabinas ante el cierre de la atracción para prevenir daños mayores. De repente, una nube de arena empañaba los ojos, haciéndole creer a más de uno que había bebido más de la cuenta. No, no ve usted turbio (aún), es que el día tiene lo suyo...

Pero ni viento ni vienta. La Feria es la Feria y aunque la cosa sigue 'justita' -para qué engañar, si aún hay que mirar con ojo los precios- el buen ambiente entraba por vena ante el cante de Mara Rey y el taconeo de María Jiménez en la caseta de La Paquera. Ole ahí. Ni viento ni vienta. Una se pone más ganchillos en el pelo para sujetar bien fuerte la flor y venga, para el Real que es gerundio. Los grupos de amigos saludaban catavino en mano en el coche de caballos y las muñecas se 'retorcían' a ritmo de sevillanas, antes de que en algunas casetas empezaran a sonar las próximas 'canciones del verano'.

Estos días fuertes de la Feria del Caballo atraen como abejas al panal a famosos y famosillos. Lo mismo cruzabas mirada con Mario Conde, que con Estefanía Luyk, Lara Dibildos, la modelo Verónica Hidalgo o con el hijo de la 'deluxe' Raquel Bollo. Desembarco de caras 'televisivas' y desembargo, a lo grande, de políticos. PP y PSOE se dieron cita en el González Hontoria con consejeros, delegados de gobierno, delegados territoriales, presidentes de administraciones, concejales y el más allá. Cada uno con su 'pandilla' recorrieron primero Ifeca, con motivo de la inauguración de Equisur, y luego el Real, para brindar por Jerez y decir lo 'bonita' que es esta ciudad. Y lo es, señores. Lo es. Y todo el año, no se olviden.

Famosos, políticos ¿y qué más? Y manifestación. Ni un detalle le faltó a la jornada del jueves. El colectivo del 15-M realizó una curiosa protesta en la que a ritmo de sevillanas cantaron 'como España se va a pique, yo la voy a recortar, yo la voy a recortar, voy a recortar en colegios, y también en Sanidad'.

Unos disfrutando (o protestando) de lo lindo y otros trabajando a destajo. Así es la Feria. Las freidoras no se habían encendido y los bomberos ya cumplían cinco horas de trabajo cortando y retirando ramas de varios árboles, después de que cayeran sobre las traseras de varias caseta, una de ellas, la '13 de mayo' de la hermandad de la Paz de Fátima. Desde el Consorcio de Bomberos reconocieron que la situación de alerta naranja, establecida hasta las seis de esta tarde, mantuvo a los efectivos con continúas salidas a causa del fuerte viento en el Real, e incluso tuvieron que inspeccionar una caseta, tras la alerta de la Policía Local, por la inestabilidad que presentaba la cubierta.

Trabajaron los bomberos y trabajó el conductor del camión que 'riega' el González Hontoria. Este dispositivo municipal tuvo más trabajo de lo normal para intentar asentar un albero rebelde, aunque después aparecieran zonas de barro difíciles de sortear. Precisamente esas olas de tierra fueron, en buena parte, el motivo por el que más de un feriante tuviera que visitar la caseta de Cruz Roja por alergias e irritaciones en los ojos. Según informaron desde esta organización, en diez horas (de 9 a 18 horas) se registraron 41 asistencias, la mayoría de carácter leve por mareos, bajadas de tensión, golpes de calor, rozaduras. De todas estas asistencias, solo tres fueron casos derivados al hospital: una torcedura, una luxación y una fractura maxilar debida a una caída. Aunque al cierre de esta edición aún no se conocían las intervenciones de la tarde-noche, se prevé que ronden las efectuadas el pasado miércoles, cuando Cruz Roja asistió (hasta la madrugada) a 130 personas por, entre otros motivos, una quincena de intoxicaciones etílicas y algunas heridas por agresiones. Justamente por estas (y otras) agresiones, la Policía Nacional detuvo en la noche del miércoles a nada más y nada menos que a ocho personas en la zona de la movida juvenil.

Altercados, alergias, viento, calor, sevillanas, brindis, serranitos, caballos, abanicos, lunares... La Feria es la Feria, para bien y para mal. Algunos dijeron ayer que de no ser esta semana la semana del caballo y el vino, el Ayuntamiento se habría planteado cerrar el parque González Hontoria por las rachas de viento. Pero no. En la Feria se soporta eso y más, y oye, con gusto.

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