Feria del Caballo

La autoridad taurina pregona el toreo jerezano desde su afición

Ana Mestre en el estrado de la bodega Díez Mérito pronunciando el XXXIV Pregón del Toreo Jerezano de ‘Los 13’.

Ana Mestre en el estrado de la bodega Díez Mérito pronunciando el XXXIV Pregón del Toreo Jerezano de ‘Los 13’. / Vanesa Lobo

Dejando en la percha el traje de política, pero evidenciando que su afición ha catalizado en el ejercicio del cargo de –si el tiempo no lo impide– autoridad que da permiso para los festejos taurinos, Ana Mestre, delegada del Gobierno Andaluz en la provincia de Cádiz, pronunció en la noche del viernes y en la Bodega “El Cuadro” de Díez Mérito, el XXXIV Pregón del Toreo Jerezano de la Tertulia Taurina “Los 13”, verdadero clarín del abono taurino de Feria del Caballo de Jerez.

Con más de una treintena de ediciones sobre tablas “Los 13” no fallaron, desarrollándose el acto –con la familia Espinosa como atentos anfitriones representada por Salvador Espinosa– con el sereno esplendor de todos los años, subrayado por los metales del quinteto Mirabrás, que solemnizaron con sus pasodobles de cámara, los puntos y aparte del acto y los capítulos del pregón.

Un pregón de Ana Mestre que gustó mucho al público que llenaba la bodega, con abundancia de nombres del estado mayor del Partido Popular en la provincia de Cádiz y también con muchas personalidades del mundo del toro, desde ganaderos como Santiago o Luis Domecq y toreros como Luis Parra o Víctor Janeiro en una velada de entrañables encuentros.

Encuentro con el ayer y el mañana. Como el querido Venturita, testigo de toda una época en la plaza de toros de Jerez. O con el hijo del recordado matador Celso Ortega, hoy alumno de la escuela El Volapié de Sanlúcar de Barrameda.

El letrado Jesús Rodríguez dio la bienvenida a todos en nombre de “Los 13” y Elena Aguilar fue la presentadora de la pregonera. Nos hizo recordar aquel “Política y toros” de Ramón Pérez de Ayala ya que, en apropiado paralelismo, recurrió al oficio de la política y al arte del toreo, para presentar a la pregonera, a la vez autoridad taurina y aficionada, como figura del toreo que le da valor a la vida.

Sin embargo Ana Mestre se desnudó de su condición de política para pronunciar su pregón, quedando el servicio de intereses públicos en materia taurina para algunas alusiones, pero hablando desde una afición en la que se inicio de niña, cuando iba de la mano de su madre a las corridas del arte ecuestre en la Feria de Jerez. Eso sí, recordó que un político también se la juega, en este caso la reputación.

El pregón de Ana Mestre fue en elogio del toreo y sus valores, considerando que la lidia no es solamente arte, sino también cultura, majestuosidad, sangre, valores, miedo, mitología, leyenda... Muchas facetas de un diamante que para brillar necesita que se le quiera, que se le respete y que se le valore. Después de eso solo podía sonar “Pepita Greus”.

Y más cosas, ese saborear los pequeños detalles de una tarde de toros y el misterio del duende, del pellizco, del suspiro.

El toro, en una imaginaria conversación, las sensaciones vividas en un tarde de indulto y la ilusión con la corrida concurso se sumaron con recuerdos a Rafael de Paula y Álvaro Domecq Romero a quien se dedica la feria taurina “Él es Jerez y Jerez es mejor con él”. Feliz abono.

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