Feria de Jerez

La diversión por bandera

  • La Rosaleda se llena durante estos días de numerosos jóvenes que hacen botellón en una zona que ha sido este año designada como la 'oficial', quedando prohibida esta práctica en otras partes del Real

"Acércame los hielos", "¿dónde nos ponemos?", "¿vamos al servicio?"… si han pasado por la Rosaleda estos días seguramente hayan escuchado alguna de estas frases de boca de los numerosos jóvenes que se asientan en esta zona diariamente. Y es que el terreno resultante del corte entre el Paseo de las Palmeras y la calle Lola Flores se convierte durante la Feria en punto de encuentro, principalmente, de la juventud que, ya sea como forma para ahorrarse unos euros comprando las bebidas entre varios compañeros o como zona de encuentro entre amigos, ocupan esta zona previo 'desembarco' en las distintas casetas del Real.

El goteo es incesante a casi cualquier hora del día durante la semana que dura la Feria, e incluso hay a quien el desfile de jóvenes, bolsas en mano, hacia la Rosaleda, es una imagen que puede resultarles hasta inadecuada, pero para los adolescentes supone una manera más económica de poder degustar el tan socorrido rebujito que tanto gusta beber en esta fiesta. "Comprando una caja de fino -seis botellas- podemos bebernos unos cuantos por apenas tres o cuatro euros, y entre una cosa y otra, pasamos aquí un buen rato con los amigos", confiesa una de las jóvenes que este pasado miércoles estaba, maceta en mano, en plena Rosaleda.

Durante las dos o tres horas que cada grupo pasa en la Rosaleda da tiempo a hacer muchas cosas. La principal, ponerte al día sobre los quehaceres de tus amigos, o cómo no, actualizar las redes sociales de cada uno con numerosas fotos. "¡Foto-tuenti!", "¡foto-tuenti!", se pudo escuchar gritar días a atrás a más de uno en pleno botellón, una expresión que se ha hecho más que popular de unos años a esta parte y que para los más despistados no significa otra cosa que retratarse para luego subir la foto a la conocida red social 'Tuenti', de moda sobre todo entre los adolescentes y casi una enfermedad para más de uno y más de una que nada más salir ya está agobiando a los amigos con la dichosa foto-tuenti.

Una copa por aquí, una charla por allí, que si una vuelta "para ver el ambiente", y entre una cosa y otra pasan el tiempo los jóvenes, cuya máxima pretensión no es otra que pasar un buen día/noche de Feria, aunque siempre hay quien mete la pata y las copas le juegan una mala pasada en forma de bronca. Pero afortunadamente son mayoría los que sólo buscan pasar un buen rato entre amigos tomando unas copas.

Con la llegada del fin de semana, la Rosaleda pasa de estar llena mayoritariamente de jóvenes autóctonos a otros procedentes de las poblaciones de alrededor, quienes provocan que en ocasiones no quepa un alfiler en la zona, máxime cuando este año el Ayuntamiento ha decidido que éste sea el 'botellódromo' oficial de la Feria para evitar que los 'botelloneros' se dispersen por todo el Real, como sucedió en ediciones anteriores, con la consiguiente suciedad que eso conlleva. Porque esa es otra. Una cosa es que se les habilite una zona para que puedan hacer botellón y otra que una vez terminen de hacerla la Rosaleda parezca un campo de exterminio de medusas, pues esa es la impresión que dan las bolsas dispersadas por todo este parque. Juventud y limpieza no deben estar reñidos.

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