Una gran tarde de toros y toreros
Roca Rey indulta al sexto toro de una buen encierro de Jandilla y recibe las orejas simbólicas
Talavante suma tres orejas y brilla al natural
Morante, otra vez genial
Fotogalería: Morante, Talavante y Roca Rey en la Feria de Jerez 2025

GANADERÍA: Seis toros de Jandilla correctos de presentación y de muy buen juego, destacando segundo, quinto y sexto –un “Labriego”, número 141, castaño y con 520 kilos en la tablilla– premiado con el indulto. El primero fue un maso y el cuarto tuvo sus cosas, más complicado TOREROS: Morante de la Puebla, de Soraya e hilo blanco con las medias claras, pinchazo, corta caída y tres descabellos SILENCIO y media citando a recibir trasera de la que salió trompicado y descabello OREJA Alejandro Talavante de nazareno y oro, estocada con derrame DOS OREJAS y pinchazo y estocada OREJA Roca Rey de grana y oro, pinchazo y estocada baja SILENCIO y no hubo suerte suprema por indulto DOS OREJAS simbólicas. Talavante y Roca Rey salieron a hombros Incidencias: Segunda corrida de toros y cuarta y última de abono de Feria del Caballo con cartel de “No hay billetes”. Saludaron montera en mano en banderillas Viruta y Gómez Algaba en el tercero y en el sexto Antonio Gutiérrez también con Algaba
Otra tarde histórica en la plaza de Jerez con el indulto de un toro de Jandilla por Roca Rey, que cortó dos orejas simbólicas, y compartió salida a hombros con Talavante, que suma tres trofeos con el mejor lote de una buena corrida de Jandilla, y una oreja para un Morante que quiso mucho y dejó pasajes de muchos quilates.
Y es que hay tantas tardes históricas con indultos y toreros a hombros en los últimos años en esta plaza, que los árboles van a terminar por no dejarnos ver el bosque. Ayer Talavante y Roca Rey pusieron los alcornoques pero Morante dibujó con su toreo, otra vez, todo un parque natural.
Roca Rey subió al podium en el sexto. Frente a su primero había estado espeso, sin confiarse, perdiendo pasos y ayudándose con la espadita. Lo quiso arreglar con un arrimón final que ya no tenía sentido y falló a espadas.
Con el buen sexto, que pasó a manos del veterinario, se empleó en una faena larga, con muchos pases que el animalito se tragó sin empacho. El picador agarró bien el monopuyazo pero la suerte derivó a encerrar el toro en tablas y el caballo nos tapó la pelea en el peto, serio argumento de los indultos, aunque hoy son más muleteros.
Lo cierto es que Roca Rey le hizo uno de sus crativos quites con el capote a la espalda, hasta seis lances, y series con el compás abierto, cintura doblada y bajando el palillo, con el púbico reaccionando entregado a final: en los remates o cuando el toro se le quedaba debajo pendiente del toque. El tendido disfrutó de lo lindo.
Con Talavante también. Es un torero de innegable clase en la muleta y el buen toreo al natural ante su extraordinario primero fue el cimiento de su triunfo, mientras que la oreja del segundo fue en merito a la muñeca de su mano derecha. En ambos toros las faenas fueron completas y los remates, lidia invertida y alegrías, la sal que puso al buen público jerezano a batir palmas a compás. El torero salió a hombros con Roca Rey.
Y Morante de la Puebla. Está en otra dimensión que no se puede calibrar ni con orejas ni con ningún otro instrumento del Museo de Pesas y Medidas de París.
Con su primero quiso pero no tuvo. Fue un manso que se repuchaba ante los cites del de La Puebla. Además su picador, Pedro Iturralde, marró en varas y el toro tumbó al indefenso caballo, descabalgando al varilarguero vallisoletano, que sufre posible fractura de radio distal y escafoides inestable, que igualmente podría estar fracturado, pendiente de estudio.
Pensamos que su segundo no era toro para Morante, y dehecho no pasó nada con el capote, cambiándolo el torero con gesto desganado tras el puyazo. Pero Morante no se quiso ir de vacío y abrió la partitura con la belleza de los ayudados por alto a pies juntos se lo pasó por la barriga en sendas series con ambas manos. Sobresalieron de esas series algunos muletazos de gran hondura, temple y suerte cargada, cuando no le topaba la muleta. Cerró de nuevo por ayudados y una trincherilla plena de gracia y torería. Hasta citó a recibir como quien se zambulle. Salió trompicado y Jerez lo saboreó con una oreja en una gran tarde de cierre de abono y feria.
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