Histórica tromba de agua en la Feria de Jerez

La crónica del Viernes de Feria

Un fuerte chaparrón inunda el González Hontoria en cuestión de minutos, cerrando los dos templetes durante un tiempo para solucionar problemas en los bajantes

Imágenes de la tromba de agua este viernes de Feria de Jerez

Un coche de caballos pasea por el Real durante el chaparrón.
Un coche de caballos pasea por el Real durante el chaparrón. / Vanesa Lobo

Alguna nube negra, empieza a chispear y en cuestión de segundos, el diluvio. Un manto de agua inundó este viernes la Feria pasadas las cinco de la tarde. La gente comenzó a correr buscando refugio en las casetas, recreando una auténtica estampida entre gritos y risas nerviosas.

En las terrazas, los platos se llenaron de agua y los toldos se abombaron por la acumulación de la lluvia en minutos. Aunque algunos telares se rompieron por el peso, se vieron a camareros que rápidamente cogieron sillas para golpear los toldos y sacar el agua a la calle, formando llamativas cascadas.

Sí, hubo caos, pero también solidaridad y espíritu de fiesta. La gente se apretaba más en los interiores de las casetas para hacer hueco a quien venía buscando un techo. Hasta los caballos entraron para resguardarse de una lluvia torrencial que dejó 12 litros en 13 minutos.

Minutos antes de que comenzara a llover, un jinete paseaba por el Real con un niño dormido. La tromba le pilló por el paseo y su madre no dudó en salir en pleno diluvio, vestida de flamenca, intentando averiguar por dónde iba. Poco después ya le dijeron que una pareja metió al pequeño en una caseta para evitar que se empapara. Un alivio.

Todos querían captar este viernes histórico de Feria. “¿Se esperaba lluvia?”, preguntaba un señor mirando atónito el río de agua que corría por el paseo de Las Palmeras. Sí, se esperaban precipitaciones. Durante la mañana la Agencia Estatal de Meteorología preveía fuertes lluvias a media tarde, pero el aviso amarillo se activó a las 16.54 horas, según el Ayuntamiento.

“Esto es increíble por dios”. “Mira, mira, cómo se está poniendo”. “¿Desde cuándo no llovía en la Feria?”. “Ay los cacharritos, ¿qué habrá pasado?”. “Por dios chiquilla, ¿pero esto qué es?”... La sorpresa por lo que se estaba viviendo se mezclaba con los que seguían viviendo la fiesta como si nada hubiera pasado. "Todo sea esto”, decían.

De hecho, en algunas casetas incluso subieron el volumen de la música para animar el ambiente y lo cierto es que la gente se dejaba querer. Bamboleio, bamboleia. Porque mi vida yo la prefiero vivir así... Claro que sí. Empapados pero felices.

El templete municipal y González Byass tuvieron que cerrar durante un tiempo para solucionar los problemas en los bajantes. El Ayuntamiento activó un plan especial para cepillar el albero y evitar charcos y boquetes, además de valorar cómo se encontraba Sementales ante la celebración este sábado del Caballo de Oro.

Y así como el cielo rompió, el sol volvió a salir con fuerza. La gente se echó a la calle, saltando charcos y con los vestidos en alto. Que la lluvia nos pille bailando. Y si es en la Feria de Jerez, pues mejor.

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