Jerez se adentra en Doñana en medio de un gran ambiente
El Simpecado de la Hermandad cruzó Bajo de Guía en torno a las seis y media de la tarde tras una primera jornada de camino hacia la aldea en la que no hubo ningún incidente reseñable
Así ha sido en imágenes el embarque de Jerez en Bajo de Guía
La Hermandad de Jerez pone rumbo hacia la aldea entre lágrimas y cantes

A eso de las seis y media de la tarde, el Simpecado de la Hermandad del Rocío atravesó Bajo de Guía para ser recibido entre cantes y palmas por los rocieros que esperaban al otro lado del río. El tiempo acompañaba y el fresco viento de poniente hizo mucho más llevadero este primer día de camino.
Jerez había comenzado a embarcar desde las cinco de la tarde, un proceso largo y lento, pero bien organizado, pues tanto efectivos de la Guardia Civil como de la Policía Nacional mantuvieron siempre la cautela y el rigor en la zona. Primero algunos jinetes y sus caballos, aunque mayormente los vehículos de motor, todoterrenos y tractores con remolques, fueron cruzando la desembocadura del Guadalquivir. Hablamos, según ha reconocido la propia hermandad, de unas 2.500 personas, y eso se nota.
Para hacer menos dura la espera, muchos aprovechaban para refrescarse en algunos de los exquisitos bares de Bajo Guía, cuyas terrazas se conviertieron en verdaderos palcos para seguir de cerca el paso de la hermandad.

Al fin, sobre las seis menos cuarto, un grupo de caballistas encabezado por Joaquín Vallejo, hermano mayor, asomó por la avenida portando el banderín. El Simpecado de Jerez llegaba por fin al embarcadero rodeado de un enorme gentío que acompañaba a la carreta entre el siempre sutil sonido de los piteros. Detrás, las coloridas carretas, catorce en total, que le escoltaban.
Antes, de subir a la barcaza, el tradicional rezo y ofrenda de Jerez a la capilla de los marineros de Sanlúcar donde la Virgen del Carmen esperaba sobre la proa de su pequeño barco. ¡Viva la Virgen del Rocío! Sonó de repente entre los aplausos del gentío que se agolpaba sobre el Simpecado.
Comenzaba así el discurrir por Doñana de Jerez que unas horas más tarde acamparía en Marismillas, donde la hermandad realizó, como es habitual, la primera noche en el camino.
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