Caballo de oro

Mi reino (jerezano) por un caballo

  • Nicolás Domecq Ybarra pide "unidad" para recuperar la esencia ecuestre de la ciudad.

No fue oro todo lo que relució ayer en el lomo de la estatuilla ecuestre más famosa de España. El discurso de agradecimiento del ganadero y escultor Nicolás Domecq Ybarra estuvo lejos de ser una metáfora de su acomodado pasado familiar. El criador de la finca ‘San Luis’ tuvo espacio para hablar de sus abuelos, de sus padres, de sus hermanos, de su mujer, de sus hijos, de sus nietos, de sus yegüeros y mayorales, de sus colegas, de sus preciosos árabes por supuesto y de la que se avecina en torno a Jerez y sus caballos si la ciudad no trabaja por conservar el patrimonio ecuestre que la ha hecho famosa. Dicen que en Jerez o se es caballo o se es Domecq. Este hombre lo es todo. Es Domecq y es caballo, Caballo de Oro desde ayer, dejemos que hable él. 

“Tengo que empezar agradeciendo este premio a mis dos abuelos, pioneros en la cría del Pura Raza Árabe en España, que me han transmitido la pasión por criar el ser más maravilloso de la creación, el caballo árabe, de grandes ollares que captan todo el aire del desierto, de vivos ojos que se comen el mundo, de cola en trompa que le hace expresarse con una belleza insultante… En fin, qué voy a decir yo de ellos si no puedo dejar de criarlos. A mi gran amigo y mayoral Rafael García López, hoy jubilado, que ha compartido conmigo alegrías y penas y que hoy está aquí con el gran ‘Titanic’, heredero de la genética de esta centenaria ganadería, a otro amigo y mejor presentador Diego Carrasco, que hoy está aquí con ‘Envite’, a Pepe Granados, gran presentador que nos exhibe al gran semental ‘Eclipse’. Somos una ganadería que siempre nos hemos quedado con los mejores ejemplares y que no los vendemos al mejor postor porque es mi responsabilidad como ganadero conservar la raza más pura y no mezclarla con otras sangres que puedan estropear sin querer una estirpe única. Animo a los ganaderos y aficionados al mundo del caballo en general a trabajar unidos para hacer de Jerez una ciudad viva del caballo. Pronto saldremos de la crisis y hay que poner en su sitio a nuestro símbolo más famoso. ¿Os imagináis la Feria del Caballo sin caballos, sin este Depósito de Sementales que huele a cría caballar? Sería una feria como cualquier otra, sin identidad propia. Tenemos que defender lo nuestro, tenemos que defender la feria más bonita del mundo sin complejos, y disfrutarla con una copa de ese maravilloso vino fino. Gracias a todos. Estoy emocionado. Este premio es vuestro”, le dijo sobre todo a su equipo de campo, a sus mayorales, a sus insultantes hijos equinos, que se calmaron cuando oyeron la voz de su amo, de su líder, a su mujer, la que cose a mano las cabezadas de presentación de inspiración arábiga, a la alcaldesa María José García Pelayo, que avanzó que el de ayer sería el último Caballo de Oro del Sementales verde caqui que va a sufrir una remodelación total, y al estoico público, que aguantó la respiración (y el calor) hasta que el protagonista abandonó el recinto en una carretela familiar soberbia escoltado por jinetes, jóvenes jinetes, garrochistas, rejoneadores, amazonas y cocheros que integran el universo Domecq. 

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