GENTE DE FERIA

“Aquí nos vestimos de flamenca, otras se disfrazan de gitana”

  • Dolores Barroso, concejala de Fiestas del Ayuntamiento

Dolores Barroso, concejala de Fiestas del Ayuntamiento, se puso ayer por primera vez (esta Feria) el traje de flamenca. El traje tenía un problema, unas zonas de gasa que ejercían un extraño poder de atracción fatal en esquinas de sillas, mesas y cualquier otro borde sobresaliente.

No ha tardado usted mucho en vestirse el traje. ¿Ha comenzado ya a pesarle?

— ¡Qué va! A mi no me pesa el traje. Las jerezanas, como es bien sabido, se visten de flamencas. Otras se disfrazan de gitanas.

A alguien tenía que tocarle una Feria en la que no creciera el número de bombillas. También es mala suerte que precisamente le tocara a usted...

— Le voy a decir una cosa: éste no es un alumbrado de crisis. Nuestro objetivo era mantener la elegancia y unas buenas dosis de iluminación en el recinto. Además, y tras tantos años, era necesario buscar un equilibrio estético que se ha conseguido en este año de crisis. Todas las calles que no son paseos principales tienen los mismos motivos en las guirnaldas. Hemos ganado en uniformidad.

Con el corazón entre los volantes, ¿qué es lo que más y lo que menos le gusta de la Feria?

— Lo que más: el paseo de caballos y ese concepto tan nuestro de la Feria del mediodía. Y lo que menos, que pese a estar en la tierra del vino haya quienes sean incapaces de conjugar adecuadamente el consumo de vino y la diversión.

Sus platos para un buen día de Feria...

— El salmorejo y la ‘carrillá’.

Curioso, el salmorejo, un plato cordobés...

— Más que cordobés, el salmorejo ya ha entrado, y por la puerta grande, en la más alta gastronomía andaluza.

— ¿Y para beber?

— El palo cortado. Un experto del que ahora no recuerdo su nombre dijo que el palo cortado es el lince ibérico de los vinos. Ahí es nada. Además, si se busca —y no hace falta demasiado ahínco por cierto— se encuentra en las casetas de nuestra Feria.

Sinceramente, ¿usted logra desconectar del cargo el día que viene a la Feria del Caballo con su familia como Loli Barroso y no como delegada de Fiestas?

— Pues si le digo la verdad, no. Desconectar en una ocasión como ésta es prácticamente imposible.

¿Y cómo concilia usted vida política y vida familiar?

— Pues básicamente gracias a mi marido y a mis padres. Mis hijos (una niña de 13 años y un niño de 10) vienen con ellos y yo, cuando puedo, me agrego.

Por cierto, me han dicho que su hijo está ansioso de emular a su abuelo y ser picador en cuanto tenga edad para ello...

— Pues sí, el muy despabilado dice que no piensa estudiar porque para montar a caballo y ser picador no hace falta tener estudios...

¿Apunta maneras el jovencísimo aficionado?

— Con decirle que va hasta al sorteo creo que se lo digo todo.

¿Habrá algún Barroso picando este año en la plaza?

— Por desgracia, y después de un montón de años, no habrá un Barroso en el ruedo. Mi hermano José, que está en la cuadrilla de Manzanares hijo, para quien la plaza de Jerez es un talismán, no vendrá.

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