FESTIVAL DE CINE DE SEVILLA | SECCIÓN OFICIAL

Viejos resistentes y jóvenes audaces

  • Maestros como Sokurov, Paolo Taviani y Wiseman comparten cartel con nuevos talentos como Dhont, Marcello y Abbasi.

La Sección Oficial del 19 SEFF aúna diversas miradas y sensibilidades en un intento por llegar tanto a una audiencia lo más amplia posible como, al mismo tiempo, tomar el pulso al estado del cine contemporáneo como espejo del momento político que vivimos. Jóvenes promesas conviven con maestros consagrados, insistiendo en la idea del cine como lenguaje universal y vínculo intergeneracional.

El ruso Alexander Sokurov, el italiano Paolo Taviani y el norteamericano Frederick Wiseman aportan la cuota de veteranía y magisterio haciéndose eco del peso de la memoria en tres películas que, contra toda moda, nos invocan como europeos a mantenernos alerta frente a la vieja represión totalitaria. En Fairytale, Sokurov reúne a Hitler, Stalin, Churchill y Mussolini a las puertas de un pictórico limbo digital, mientras recuerdan sus postulados ideológicos en un paisaje que evoca las ruinas de la vieja Europa. Paolo Taviani en Leonora addio rinde tributo a Luigi Pirandello, siguiendo las peripecias de las cenizas del dramaturgo desde su fallecimiento en la Roma fascista de 1936 hasta su sepultura definitiva en su Sicilia natal. El también nonagenario Frederick Wiseman, aquí bajo pabellón europeo, se entrega a un one woman show donde la actriz Nathalie Boutefeu narra la relación entre León Tolstói y su esposa Sophia. En A Couple, basada en los diarios de ambos, la escuchamos a ella, rodeada de una exuberante belleza natural, desglosar con amargura lo que supone ser la mujer de un genio.

Entre Wiseman, Taviani y Sokurov suman 253 años. Son la presencia viva y resistente de una forma de entender el cine ligada a las turbulencias políticas que sacudieron el siglo XX

A pesar de su juventud el belga Lukas Dhont es ya un nombre a seguir. Su segundo largometraje, Close, maneja de nuevo con delicadeza un material extremadamente sensible. Dos chicos comparten una intensa relación de verano, con toda la pureza y alegría propias de sus trece años, hasta que al reincorporarse a las clases los rumores que despierta su amistad rompen este hermoso vínculo. Pietro Marcello nos trae con Scarlet una fábula empapada de la belleza de la Francia rural en los albores del siglo XX, en la que un hombre rudo regresa del infierno de la Primera Guerra Mundial para descubrir que su esposa ha muerto y debe criar solo a su hija pequeña.

El iraní afincado en Suecia Ali Abbasi vuelve tras el éxito de Border con un tenso thriller. Holy spider sigue a un asesino en serie de mujeres en Irán que fue enaltecido por el sector más integrista del país en un cóctel visual que guiña a Michael Mann y David Fincher. Por su parte, el reputado cineasta filipino Lav Díaz, consumado especialista en el uso del plano largo y el blanco y negro, ha conseguido financiación europea para su When the waves are gone, cuyos ajustados 187 minutos se nos antojan casi como un ejercicio de concisión frente a sus habituales metrajes de 6 horas. En las antípodas, Joao Pedro Rodrigues nos presenta en Fogo-Fátuo una sátira futurista donde en un Portugal monárquico el cuerpo de bomberos y el cuerpo de los bomberos se colocan en el epicentro de esta fantasía musical, ecoqueer y poscolonial, que derriba barreras de clase y raza.

Dhont y Quivoron contribuyen con sabia nueva, mientras que Abbasi y Díaz muestran la permeabilidad transfronteriza europea para invertir en Irán o Filipinas

Cinco directoras francesas y un cineasta de animación proporcionan la representación del país vecino. Desde veteranas ilustres como Valeria Bruni Tedeschi, quien retoma su mejor registro autobiográfico en Les Amandiers, o como Alice Diop, que en Saint Omer abandona el documental para zambullirnos en la historia real del juicio a una mujer de origen senegalés que abandonó a su bebé, hasta jóvenes realizadoras interesadas en el mundo de las moteras (Lola Quivoron en Rodeo), la maternidad ajena (Rebecca Zlotowski en Los hijos de otros) o la difícil integración de los migrantes africanos en suelo europeo (Léonor Serraille en Un petit frère). Mientras que el reconocido Michel Ocelot vuelve en The Black Pharaoh con su desbordante caligrafía animada con tres cuentos, tres épocas y tres planteamientos visuales deslumbrantes.

La austriaca-iraquí Kurdwin Ayub (Sonne) y sus medio compatriotas Covi y Frimmel al alimón (Vera), filman la parte rugosa y peleona de los cuerpos en lacerante combustión frente a esa Europa mal encarada y vocinglera. Finalmente, la representación española queda en manos del ínclito Gonzalo García Pelayo (Siete jereles) y Santiago Fillol (Matadero).

El cineasta Gonzalo García Pelayo y su hermano Javier. El cineasta Gonzalo García Pelayo y su hermano Javier.

El cineasta Gonzalo García Pelayo y su hermano Javier.