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Sobre todo de noche | Festival de cine de Sevilla

El mapa del tesoro

Lola Dueñas y Ana Torrent en una imagen de 'Sobre todo de noche'.

Lola Dueñas y Ana Torrent en una imagen de 'Sobre todo de noche'.

De los muchos caminos posibles para tratar el escabroso tema de los niños robados durante el Franquismo y la Transición en nuestro país, el debutante (que no joven) Víctor Iriarte escoge sin duda el menos ortodoxo y previsible, el de más riesgo, también el más conceptual y el de más calado poético, haciendo de la búsqueda y el reencuentro entre una madre y su hijo arrebatado un auténtico mapa del tesoro sobre las posibilidades de la narración y la experimentación formal.

Tres cartas articulan los episodios y etapas de un filme de manos y recorridos, de planes ensayados una y mil veces, de voces íntimas que nos hablan de una violencia, una rabia y un dolor insoportables. En la primera, Lola Dueñas adelanta al hijo perdido las circunstancias de ese proyecto de toda una vida que ha sido su búsqueda contra viento, poderes y marea. Iriarte abraza las formas del thriller, el noir o la película de robos como revestimiento para bajar a los sótanos de la corrupción institucional y comprender el sufrimiento y la sed de venganza de una no-madre coraje.

Empero, las dos cartas siguientes cambian de registro, género y formato, siempre en esa textura analógica que suspende el presente histórico en un tiempo impreciso, y el viaje a Portugal del hijo encontrado y su madre adoptiva (no menos extraordinaria Ana Torrent en su particular annus mirabilis) modula una calidez, un conocimiento y una comprensión mutua que alcanzan cotas de altísima emoción cinematográfica en un vagón de tren o ante el teclado de un piano.

Además de la explícita cita inicial a Roberto Bolaño (“esta será una historia de terror […] la historia de un crimen atroz […] pero no lo parecerá porque soy yo quien la cuenta”), Sobre todo de noche nos recuerda un poco a ese último cine argentino salido de la productora El Pampero, el de La flor o Trenque Lauquen, lanzado a la azarosa y proteica aventura de contar, desviarse y buscar sin miedo al juego, a la digresión o incluso a perderse por el camino. Sin duda este es, junto a La imagen permanente, uno de los debuts nacionales más importantes de la temporada y si no han podido verla en el SEFF, mañana mismo llega a la cartelera comercial de los cines MK2 de Nervión Plaza.