El Festival de Jerez ha logrado reunir 34.100 espectadores o participantes en las 165 actividades realizadas en su XXI edición, que concluyó el pasado sábado, y supone un dato ligeramente inferior al alcanzado el pasado año con 37.900 personas, aunque sitúan el nivel medio de ocupación en el 96%, un punto más que en las dos ediciones anteriores. A pesar de todo, el certamen "es un icono de la ciudad como marca, como imagen ante el mundo. con un carácter internacional", aseguró la alcaldesa Mamen Sánchez a la hora de hacer ayer el balance de la muestra. "El Festival de Jerez ha cumplido con las expectativas generadas, superándose en calidad y prestigio", indicó. El acto contó además con la presencia de Francisco Camas, teniente de alcaldesa y delegado de Dinamización Cultural; Remedios Palma, delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía; e Isamay Benavente, directora del certamen.

La consideración del Festival de Jerez como uno de los iconos de referencia de la ciudad obedece, según la primera autoridad municipal, a "su capacidad de atracción y proyección internacional, así como a la participación e implicación de los jerezanos, fruto de un proyecto artístico muy consolidado". Y así ha sido reconocido, entre otros organismos, por la Oficina de la Marca España, que ha autorizado al certamen la utilización de su prestigioso emblema. A su juicio, la muestra ha vuelto a posicionar a Jerez "como centro de interés del arte flamenco en todo el mundo". En este sentido, hay que destacar que la muestra ha recibido visitantes de 43 países distintos y un total de 71 medios de comunicación acreditados.

I. Benavente: "Los ingresos han superado los gastos y la previsión de 650.000 euros"

Para Sánchez, esa transformación de ciudad singular en ciudad universal durante los 16 días de celebración de la muestra "sólo es posible porque estamos ante un evento cultural de primer orden, cuya virtud principal reside en poner en valor una de nuestras señas de identidad: el flamenco". Asimismo, puso de relieve que el certamen "permite difundir la marca Jerez" más allá de los escenarios. A este respecto, mencionó el uso del Palacio Villapanés, la implicación del certamen con los actos del Año de Lola Flores y el estreno de un taller de flamenco inclusivo, dentro del área formativa, que pone de manifiesto "el compromiso" de este arte "con la integración social y cultural".

La alcaldesa destacó también la actividad económica que general el Festival, que tiene su reflejo en el sector turístico ya que la ocupación hotelera de esta edición ha alcanzado el 78,48%, lo que supone un crecimiento del 7% con respecto a 2016. Asimismo, informó que la Oficina de Turismo atendió a 2.844 personas, de las que el 54,7% fueron extranjeros, principalmente alemanes, ingleses y franceses. En cuanto a la información solicitada en la Oficina de Turismo, el flamenco y el Festival acapararon el 20%, seguida por los monumentos (17,23%) y las bodegas (16,87%). El impacto económico de la muestra también se dejó sentir en la hostelería, puesto que la actividad había crecido un 40% en este sector con respecto al mes de enero, según datos hechos públicos por Horeca.

Por su parte, Remedios Palma, delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, calificó de "éxito" las cifras ofrecidas en el balance de esta última edición de la muestra. Recordó la colaboración que presta el Gobierno andaluz en su difusión y desarrollo.

"Los datos de esta edición marcan los caminos del futuro", dijo Isamay Benavente, directora del certamen. Destacó la implicación de la ciudad con este proyecto artístico y la irrupción de la iniciativa privada. "Era uno de los objetivos del certamen: la creación de una industria cultural", añadió, al tiempo que indicó que esta oferta alternativa "nos obligará a recolocarnos", mostrando también su satisfacción por el resultado de esta vigésimo primera edición, puesto que "los ingresos han superado a los gastos". Benavente apuntó que los datos de ingresos de cursos y de taquilla "han superado las previsiones de los 650.000 euros".

Aunque el espacio principal ha sido el Teatro Villamarta, el certamen ha ocupado 38 zonas diferentes del casco urbano, entre las que cabe señalar el Palacio de Villavicencio, la Sala Compañía, Sala Paúl y Bodega González Byass, Palacio Villapanés, así como las peñas flamencas y diferentes salas donde han tenido lugar los cursos de baile, cante y guitarra y talleres de compás y palmas, además de diversas exposiciones. En cuanto a los datos cuantitativos, los 15 espectáculos puestos en escena en el Teatro Villamarta arrojan un índice medio de ocupación del 89%. La gran aceptación que ha tenido la programación también se refleja en otros ciclos desarrollados en diferentes espacios. El certamen es "tan grande" porque se celebra "en una ciudad enamorada del flamenco" y eso se refleja "en cada gesto y cada detalle que perciben los miles de visitantes que llegan y sienten su cálida y entusiasta bienvenida", concluyó Sánchez.