‘¿Qué queréis tarantos, soleá o caña?’, preguntó Juan José Amador a una espectadora en el patio de butacas. ‘La caña’, dijo. En medio de la misma, el tacón de uno de los zapatos de Jesús Carmona saltó por los aires. El silencio se apoderó del patio de butacas, pero el imprevisto no afectó al artista, que siguió bailando con la misma entereza (como si no hubiese pasado nada) en el proscenio del teatro, llevándose una atronadora ovación. Fue un simple detalle de quién se subió a las tablas del Villamarta, un bailaor poliédrico capaz de acometer con la misma consistencia una guajira que una serrana, una caña que un verdial.

El del tacón fue, sin quererlo, uno de los momentos de ‘Amator’, un espectáculo entretenido y en el que el virtuosismo de Jesús Carmona es una constante. El bailaor catalán es un dechado de facultades, atléticas y técnicas, y asume la responsabilidad, ya no sólo de enfrentarse a numerosos bailes, sino que da rienda suelta a la improvisación en muchas fases del mismo, permitiendo que el público elija qué palo realizar.

Fue valiente por guajiras, un baile que en la última época se ha convertido casi exclusivo de mujeres, de ahí que verle, aportándole un sentido varonil, se agradece. Lo mismo ocurrió al interpretar las serranas y las alegrías con las que cerró el montaje, exhibiendo sobriedad y hechuras, sin perder nunca la cara al cante.

Curiosamente, la variedad de estilos y cantes los sostienen un elenco conformado por tres voces que se complementan, y si Jesús Corbacho y JonathanReyes son el vivo ejemplo de la juventud y de las ganas, Juan José Amador es el temple, una especie de matador que sale al quite cuando los subalternos se desbocan. Su repertorio fue amplio, desde guajiras a cabales (quizás lo más flojito) pasando por serranas, tangos, granaína, bulerías, milonga, rumba, caña, jaberas, tiranillas o alegrías, una lista larga pero llena de recursos, al igual que la guitarra de JuanRequena, perfecto conocedor del toque pa bailar. Además, la simbiósis cante, baile, guitarra se percibe de principio a fin.

Carmona luce su poderío a lo largo y ancho del montaje. Cierto es que ‘Amator’ incorpora mayoritariamente un aroma flamenco, aunque no por ello, el bailaor se aleja de terrenos que también domina y conoce perfectamente. Así, por momentos se acerca a la danza española, con una tiranilla (ese baile preflamenco) que interpreta, con castañuelas en mano, con elegancia y donosura. Al mismo tiempo, durante toda la obra, su sobrada condición dancística le permite moverse en el límite de la tradición y la vanguardia usando un lenguaje variado y de giros imposibles.

Jesús Carmona - XXIII Festival de Jerez from Festival de Jerez Televisión on Vimeo.