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Niemeyer edifica para María Pagés

  • La bailaora sevillana presenta 'Utopía' en la penúltima jornada del XVI Festival de Jerez: ética antes que estética

La arquitectura comprometida del centenario Oscar Niemeyer edifica Utopía, el último y atractivo espectáculo de la bailaora María Pagés que podrá verse esta noche, a partir de las nueve en punto, en el Teatro Villamarta, dentro de la penúltima jornada del XVI Festival de Jerez. El montaje, estrenado el pasado octubre en el emblemático centro cultural avilesino que lleva el nombre del mítico arquitecto brasileño, es en palabras de Pagés, "una indagación artística y ética sobre inconformismo y anhelo". Utopía, como ha declarado en alguna ocasión la sevillana -que en el festival ha presentado trabajos como Flamenco republic y Autorretrato (Premio del Público en 2009)-, brotó del interés que esta artista ha tenido siempre, y especialmente en estos últimos tiempos, por "reivindicar la ética sobre la superficialidad de la estética". "Han sido dos largos años de trabajo e investigación en los que he disfrutado muchísimo a partir de una necesidad personal, una inquietud", comentó la artista durante la presentación en el Español de Madrid, en el pasado mes de diciembre, de una obra que cuenta con otros siete bailaores en escena.

Con un espacio escénico que se nutre de las curvas que siluetean la naturaleza, al más puro estilo Niemeyer, la música, original y en directo, está compuesta e interpretada por el guitarrista Rubén Lebaniegos y el cantautor brasileño Fred Martins, aunque también aparecen en escena los cantaores Ana Ramón y Juan de Mairena, la guitarra de José Carrillo Fyty, el violonchelo de Sergio Menem y la percusión de Chema Uriarte. Con poemas, entre otros, de Baudelaire, Neruda, Machado y el propio Niemeyer, Utopía es una pieza, como desgrana el dossier del espectáculo, sobre la solidaridad, el compromiso, el exilio, la fugacidad de la vida, la pequeñez de los hombres en un cosmos indiferente a sus miserias y grandezas, y -ahora más que nunca- sobre la necesidad de la imaginación y el idealismo como motores necesarios para el cambio.

María Pagés (1963) comenzó su carrera profesional con la compañía de Antonio Gades y desde 1990 cuenta con su propia compañía desde la que no ha dejado de crecer y evolucionar como bailaora y coreógrafa. La sevillana obtuvo en 2002 el Premio Nacional de Danza en la modalidad de creación y ahora con Utopía afronta una declaración de principios con forma de baile flamenco que nació del encuentro entre la artista sevillana y el arquitecto brasileño de 104 años de edad y una vida de idealismo y arquitectura ética antes que estética.

En la danza poetizada de Pagés, Lebaniegos ha compuesto una farruca, una soleá, unas alegrías, un fandango y una guajira, mientras que el cantauro Fred Martins aporta la voz de Brasil con UtopíayTranquilo por la vida, un samba con letra de Niemeyer amoldada al compás de los tangos. Pero, como se ha dicho, también sobrevolarán los versos otros grandes poetas: Baudelaire, Machado, Benedetti... En estos autores ha encontrado María Pagés, según explica la bailaora hispalense afincada en Madrid, una red de coincidencias, un universo de símbolos y motivos comunes: el anhelo de la armonía, la complementariedad de la luz y la sombra, la defensa de la alegría, el impulso para elevarse, para comprender el mundo y transformarlo como un reflejo de lo mejor de nosotros mismos.

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