Rafaela Carrasco y el Festival de Jerez, tanto monta, monta tanto
Festival de Jerez
La muestra y la bailaora sevillana, Premio Nacional de Danza 2023, han ido de la mano en las dos últimas décadas, realimentándose una de la otra en lo artístico y en lo formativo
Rafaela Carrasco, Premio Nacional de Danza 2023
La familia del Festival de Jerez celebra este miércoles el nombramiento de Rafaela Carrasco como Premio Nacional de Danza 2023. La sevillana se une así a la larga lista de intérpretes que han sido reconocidos por el Ministerio de Cultura con este galardón pero que cuentan con un nexo especial con el Festival de Jerez.
Estévez y Paños, Andrés Marín, Patricia Guerrero, Jesús Carmona, Olga Pericet, Rubén Olmo o Isabel Bayón han obtenido este premio en los últimos diez años, y todos han tenido especial vinculación con Jerez y su muestra de baile anual.
En el caso de Rafaela, su unión con el Festival se remonta a los primeros años de vida de este certamen, cuando daba sus primeros pasos de la mano de Mario Maya. Su apego a Jerez ha llegado de dos formas, en lo meramente artístico, depositando la dirección de la muestra su total confianza en ella, pero también en el ámbito docente, pues su figura ha sido uno de los pilares del área formativa de las últimas décadas.
En 2002 participará como artista invitada en 'Ambi-Valencia', una creación de la Compañía de Javier Latorre, y un año después, en 2003, afronta su primera experiencia en solitario en la muestra.
Fue en el Teatro Villamarta un 3 de marzo de 2003, cuando Rafaela Carrasco presentó en Jerez 'La música del cuerpo'. Aquella noche compartió cartel con Mercedes Ruiz, que estrenaba 'Dibujos en el aire'.
Con su propia compañía apareció nuevamente en la programación del Festival en 2005, de nuevo en Villamarta y esta vez exponiendo 'Una mirada del flamenco', un espectáculo en el que dentro del cuerpo de baile aparecían nombres como los de Manuel Liñán, Concha Jareño o Marco Flores. No fue su única aparición aquel año, pues apenas dos días después volvió a subirse al escenario, esta vez de la Sala Compañía, para exhibir, junto a Belén Maya, 'Fuera de los límites'.
En 2007, Rafaela regresó a Jerez con 'Del amor y otras cosas', un montaje que protagonizó junto a Daniel Rojas y que utilizó como denuncia social. Repitió en 2008, esta vez en Sala Compañía con 'Con cierto gusto', en otro de sus grandes éxitos.
En 2010, volvió a ganarse el calor del público con 'Vamos al tiroteo. Versiones de un tiempo pasado', un recuerdo a Lorca y La Argentinita; y en 2013 tocó la gloria con 'Con la música en otra parte', un espectáculo en el que exhibía su total madurez, y que le serviría para dar el salto al Ballet Flamenco de Andalucía.
Su periplo al frente de esta institución comenzó en Jerez con 'En la memoria del cante: 1922', una de sus mejores creaciones y donde pasó a la historia su número recordando a la jerezana Juana Vargas 'La Macarrona', una coreografía, que como ella misma reconocía había sido "lo más difícil de mi vida".
Con el BFA repitió en 2015, esta vez con 'Imágenes', y en 2017 no faltó al veinte aniversario del Festival, participando, con un montaje específico en la bodega Los Gigantes de González Byass, en el ciclo 20 espacios. Fue además junto a Carmen Linares y Silvia Pérez Cruz, en otra aparición para la historia.
No pisó las tablas de Villamarta hasta tres años después (2018), esta vez con otra etapa en solitario, para presentar 'Nacida sombra', un espectáculo que le valió para ganar el Premio de la Crítica.
'Ariadna' fue su aportación a la programación del Festival en 2020, ya como una artista curtida y en plena madurez profesional. Este pasado año, en 2023, Rafaela Carrasco expuso en el Villamarta 'Nocturna', otro montaje que le valió para obtener, por segunda vez, el Premio de la Crítica.
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