La crítica

Sentimientos encontrados

  • El bailaor Domingo Ortega se lleva el calor de Villamarta en su regreso a Jerez

En una época en la que todo es rebuscar, exhibir interioridades, dramatizar, y ahondar en temáticas subjetivas e intangibles, resulta extraño ver una propuesta con la simpleza con la que ayer se presentó Domingo Ortega en Villamarta. Seguramente no vimos un trabajo escenográfico arrebatador, ni una dramaturgia potente, tan sólo nos topamos con baile, baile a secas, algo que por desgracia cada vez se aprecia menos. En un momento en el que lo que menos importa es bailar, es bueno que de vez en cuando se apueste por ideas de este tipo, aunque, como todo, tenga sus pequeñas filtraciones.

Desde el primer instante, el jerezano puso el alma a su creación, 'El baile canta', un espectáculo sin hilo argumental pero en el que inyecta su visión personal de las cosas. No es este bailaor un ser asociado a modas, se aprecia a primera vista, se mueve por una ideología recta y propia y eso se comprueba en cada detalle del montaje. A Domingo Ortega no le tiembla el puso si tiene que cantar por tonás nada más levantar el telón, no le pesa ponerse frente al público y hacer una balada con una guitarra eléctrica de fondo, ni tan siquiera le preocupa en exceso saltar del soniquete de Fernando de la Morena a La Flaca de Jarabe de Palo entre sones por bulerías. Él es así y a estas alturas no va a cambiar.

Bajo esta premisa, el jerezano, que volvía al Festival de Jerez tras ocho años de ausencia, alineó a sus distintos planetas en un universo propio en el que lucieron con entereza sus diferentes complementos, llámense Mari Paz Lucena y Sandra Guerrero en el baile, y un tal Fernando de la Morena al cante. Todos estuvieron muy por encima de un atrás un tanto endeble, lo más flojito de lo que llevamos de Festival con diferencia y donde sólo se escapó de la mediocridad la polivalente Sonia Bérbel, capaz de poner voz e introducir el baile de una farruca con la misma entereza, y a la vez interpretar, con ese metal tan dulce, una balada. Fue sin lugar a dudas el atrás el aspecto que más jugó en contra del artista, que debió cuidar más, sobre todo en una plaza como Jerez, en Villamarta y en un escaparate como el Festival de Jerez.

Contra todo eso, el mejor remedio fue el baile. Domingo maneja con maestría la técnica y a veces mete a compás pasos que parecen inverosímiles. Aportó masculinidad a la coreografía grupal de las alegrías de Córdoba, mostró su poderío con los pies al meterse por soleá, levantó al público en sus dos lances por bulerías y regaló escorzos de todo tipo por alegrías.

El bailaor también dio su sitio a sus dos colaboradoras. Sandra se gustó por tarantos, y Mari Paz Lucena por farrucas. Ambas muy señoriales.

El cante corrió por cuenta de Fernando de la Morena, encargado de dar el subidón necesario al espectáculo para rescartarlo de la monotonía en la que llegó a entrar en algunos momentos. Enchaquetado y con el característico pañuelo en la solapa, el de Santiago recurrió a lo que mejor sabe hacer, el cante por bulerías, para recuperar el aire de Jerez en el baile de Domingo. Acto seguido, y ya en solitario, Fernando ejecutó con solvencia el cante de trilla, ese que desprende el sudor del campo, y que sabe llevar a su terreno, adormeciéndolo con enjundia.

Con el público entregado, y ya dejando al lado toda esa serie de proyecciones de fotografías que conformaron la escena durante gran parte del espectáculo, Domingo dio toda una clase magistral por bulerías. Se hizo dueño del escenario con una supremacía tal que levantó algún que otro olé del patio de butacas.

Baile

El baile canta

Baile: Domingo Ortega y Sandra Guerrero. Artista invitado (cante): Fernando de la Morena. Guitarra: Jesús Álvarez y Fernando de la Rúa. Colaboración especial (baile): Mari Paz Lucena. Guitarra Eléctrica: Juan Delola. Cante: Sonia Bérbel, Matías López y Kiko de Manola. Percusión: Matías López. Coreografía: Domingo Ortega. Director artístico: Domingo Ortega. Director de escena: Fernando Belmonte. Vestuario: Inmaculada Ortega y Isabel Corrales. Música: Fernando de la Rúa y Jesús Álvarez. Letras: Fernando de la Morena, Domingo Ortega y Popular. Técnico de ilumninación y sonido: Marco Serna.  Fecha: 25 de febrero. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno.

Fran Pereira


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