Desde el pasado 18 de febrero y hasta el próximo 20 de marzo, el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco acoge la exposición del fotógrafo Paco Sánchez ‘Miradas de bailaoras’. 

En total se pueden contemplar 27 cuadros de 70 x 70 en los que predominan eminentemente artistas de Jerez y la zona, es decir, desde Mercedes Ruiz a Soraya Clavijo pasando por Beatriz Morales o Patricia Ibáñez, entre otras.  

El origen de este trabajo  “viene de la colección en la que estuve trabajando casi un año en la que pretendía recoger posturas estéticas de bailaoras pero donde yo pudiera ser el que dirigiera la fotografía desde el punto de vista de la iluminación. Buscaba una manera de expresar mi fotografía utilizando algo que nunca había hecho, la fotografía de estudio”.    

La única condición que planteaba el sevillano era “que su baile se asemejara lo máximo a una actuación y sobre todo que jugaran a enseñar el movimiento de las manos, el movimiento del mantón y en general el movimiento del baile”.

Esta experiencia “era nueva para muchas de ellas, es como cuando un cantaor se mete en un estudio de grabación”, y de ahí “salió la colección que se llama ‘Bailaoras’ y que estrené en la Bienal de 2012”.

La respuesta tuvo tan buena acogida, que Sánchez comenzó hace unos meses “un nuevo proyecto con bailaoras, pero esta vez captando un plano corto y centrándonos en la mirada. Todas las fotos están hechas mirando frente a frente artista-fotógrafo y ahí aparece la complicidad de la mirada y las expresiones que he podido aportar”.

Detrás de esas 27 miradas que se exponen en elCADF “hay de todo, desde ilusión a reparo, que no temor. Soy una persona muy exigente en el retrato y entre las cosas que pido siempre es que no sonrían porque entiendo que el retrato es una cosa que debe perdurar. Me gusta una cara natural”.

Curiosamente, si por algo destaca este experimentado fotógrafo sevillano es por su facilidad para captar la esencia del retrato. No en vano su libro más reconocido ‘Retratos del flamenco’, recoge 147 retratos en blanco y negro seleccionados entre los más de 60.000 que ha realizado durante toda su carrera. Cuando se le pregunta por esta faceta reconoce sentirse “muy cómodo en esta faceta porque me gusta plasmar la expresión de la cara de las personas”.

Pero lo más novedoso de esta exposición ‘Miradas de bailaoras’ es la inclusión de un audiovisual. “Se me ocurrió la idea y se la plantee a un antiguo realizador de Televisión Española amigo mío y así lo montamos. Hemos conseguido que la fotografía fija tenga un cierto movimiento y que además gana con la música”.      

Después de ‘Bailaoras’ y ‘Miradas de bailaoras’, este inquieto fotógrafo ya ha empezado a perfilar su próximo proyecto que pasa por “una página web y también poner en marca un blog que pretende unir a la fotografía con fragmentos sonoros de diferentes programas que he presentado de flamenco y rock”.