Memoria me dio 'pa' ti... El Turronero

"La bulería es un capote para un torero"

  • Su manera de acancionar el cante le valió para grabar numerosos discos, muchos de ellos con el sello creativo de Paco Cepero

El Turronero, durante una actuación.

El Turronero, durante una actuación.

Manuel Mancheño Peña 'Turronero' (1947-2006) ha sido otra de las voces llamativas de las últimas décadas. Durante años fue uno de los cantaores más cotizados, actuando en los mejores festivales, y logrando un caché altísimo. Su manera de acancionar el cante le valió para grabar numerosos discos, muchos de ellos con el sello creativo de Paco Cepero.

En una entrevista realizada por Juan de la Plata en Diario de Jerez allá por el año 84, Manuel, que apodaban El Turronero porque sus padres vendían turrón, relataba cómo fueron sus comienzos con anécdotas incluidas. "Debuté en Madrid, en Torre Bermejas, en 1963 y a los dos días me echaron. Yo pesaba 130 kilos y el dueño del tablao me dijo que no encajaba, que estaba muy gordo".

Si por algo destacaba Turronero era por su humildad, de ahí que al preguntarle por sus aspiraciones decía: "Como cantaor aspiro a que el día de mañana digan a las nuevas generaciones, 'mira niño, escucha esta bulería que es fuente donde se puede aprender".

Mostraba siempre su predilección por la bulería "mi palo fuerte, porque me encantan los cantes rítmicos". Para él, "la bulería es un capote en un torero, y con el capote muy poquitos toreros lo hacen bien. Y sin embargo, cuando echamos mano a la bulería en el fin de fiesta nos quedamos muy poquitos".

Manuel catalogaba a El Perrate "como uno de los mejores cantaores de esta época, y el mejor cantaor que ha dado Utrera en hombres", apuntaba en una entrevista en el Candil años más tarde, y al hablar sobre sus preferidos lo tenía claro: "Me fijo en Antonio Mairena para aprender a cantar, y a Manuel Ortega Juárez, 'Caracol', para vender y saber mandar en un escenario".

De su raza admitía que "somos anárquicos por naturaleza, pero es debido al sentido del compás que tenemos. Pasaba con Terremoto o con Caracol. Esto no quiere decir que un gachó no pueda tener ese ritmo. Paco Laberinto, gachó de Bilbao, cuñao de Terremoto pero criao entre los gitanos, ¿quién baila mejor que ese? Anzonini, gachó del Puerto, y cómo baila por bulerías...Bueno, también hay que tener oído porque yo conozco a gitanos que no cantan cuadrao ni en una caja de zapatos".

Turronero tenía una filosofía de su profesión. "El público no es frío, el frío es el intérprete. Si tú sales a cantar y pones el corazón el público lo nota".

Para hablar de lo puro, se remitía a una anécdota en Madrid con Caracol y Camarón. "De Caracol se ha dicho que no era puro pero yo recuerdo que estando en los Canasteros Camarón y yo resulta que estábamos en vena los dos, nos tocaba Paco Cepero, el público volcado con nosotros. De pronto apareció por detrás Caracol y le dijo a Cepero: 'Sigue, sigue...'. Mira, cantó un fandango que cuando terminó le dije a Camarón: 'José vámonos pal water los dos a tirar de la cadena'. Y eso que decían que no era puro".

De su paso por Jerez, recordaba aquella vez que en la Plaza de Toros el público, en pie, encendió los mecheros como muestra de satisfacción. De ello decía en Diario de Jerez "la llave del cante me la dieron aquella noche en Jerez".

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