Memoria me dio 'pa' ti... tía anica la piriñaca

"Los cantes que duelen son la seguiriya y la soleá"

  • "Lo que yo hago es mío, y es de escuchar to los cantes de los gitanos que están debajo de tierra", decía en una entrevista en el diario Triunfo

Gracias a Ana Blanco Soto, 'Tía Anica la Piriñaca' (1899-1987), muchos de los cantes y estilos de Jerez han perdurado en el tiempo. A través de sus vivencias, Tía Anica consiguió rescatar, por ejemplo, los cantes de Tío José de Paula, colocándolos en el sitio que merecían. En una entrevista realizada al diario Triunfo el 13 de mayo de 1978, La Piriñaca, cuyo apodo lo había heredado de su padre, empezaba a saborear las mieles del éxito tras toda una vida de trabajo en el campo. Después de enviudar, empezó a trabajar cantando "porque estaba pasando muchas fatigas".

Tía Anica se muestra orgullosa de su barrio y de trabajar en el campo, es más, admite que "todos los buenos cantaores eran de campo". Era su único escenario, "he escardao más que una tonta. ¡He pegao ca escardillazo...!", ya que nunca fue a la escuela: "Yo no he pisao una escuela más que pa llevar a mis hijos, analfabeta que soy".

Ana vivía de "cantar en las fiestas con los señoritos" donde "me gano algunas perrillas", porque a estas alturas de su vida "lo único que quiero es sacar a mis niños palante".

En esa misma entrevista, cuando se le pregunta por el cante que le gusta señala: "A mí el cante güeno, lo que yo canto, cante grande, cante jondo. A mí la charanga no me gusta". Iba más allá: "Los cantes que duelen son la seguiriya y la soleá, no esas tonterías que cantan hoy".

Años más tarde, en Diario de Jerez (en una entrevista publicada por Juan de la Plata), Tía Anica insistía en esta teoría: "Los niños de ahora quieren cantar como yo, pero no saben, no pueden. Tienen que aprender mucho pa decir el cante de Jerez como lo hacía Tío José de Paula, cortito y muy dulce. Y la seguiriya del Cuco no hay nadie que la haga como yo, porque yo la aprendí de Tío Parrilla, que era de su padre Juanichi".

Porque para ella, los cantes puros eran "la seguiriya, la soleá, las bulerías y el martinete. Antes los gitanos puros no cantaban otros cantes más que esos".

De su cante dice, en una entrevista en Sevilla Flamenca en 1983, que "lo que yo canto es mío. Como gitanos que somos to mi familia ha cantao. Se compraban un litro de vino y se juntaban tos, y claro yo he escuchao to los cantes de los gitanos que están debajo de tierra".

La Piriñaca elogiaba la capacidad de Antonio Mairena al que calificaba de "fenómeno. Hace sus cantes y los que le gustan", decía. "Mairena se venía semanas enteras a Jerez. Venía pa un día y se quedaba dos o tres semanas. Mairena tiene to los cantes de Jerez, de los gitanos del campo de Jerez, por eso no hay uno como él".

Según ella, el cante nunca desaparecerá. "Ahí está la sangre. Cuando yo me muera quean mis hijas...Y así con otros".

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