XXIV Festival de Jerez | Resumen resto de Espacios

La fortaleza de los nuevos talentos, patente en los diversos enclaves

  • Clásicos como Rafael Riqueni, El Cabrero o María Vargas también destacaron en los diversos ciclos

La vigésimo cuarta edición del Festival de Jerez será recordada por su ciclo de estreno llamado ‘La Fiesta’. Además de los ya habituales y clásicos escenarios de Sala Paúl, Compañía y Villavicencio, en este año bisiesto los Claustros de Santo Domingo acogieron una amplia y maratoniana programación para el 29 de febrero que resultó atractiva en contenido aunque poco cómoda para artistas y público.

Desde mediodía, con la propuesta de Luis de Perikín en la que participó Juana la del Pipa, hasta la que llevó en la madrugada Pepe del Morao con Diego Carrasco y Tomasito, pasaron otras como la de Saray García, sin duda uno de los mejores momentos del Festival en cuanto a baile se refiere en esta generación. Lástima que no pudo mostrar todo lo previsto por lo ya comentado, pero la jerezana aprovechó la oportunidad que le llegó gracias a su premio ‘Revelación’ del ciclo ‘De peña en peña’ de la edición anterior. Por ese escenario pasaron, además, los guitarristas Manuel y Nono Jero, así como un grupo variopinto de perfiles repletos de carisma que llevaron la escena al suelo, como una juerga de las de antes. Mari Vizárraga, Pepe Torres, Moi de Morón o Paco Vega... entre los integrantes.

Jerez, The Bulería Experience en Claustros de Santo Domingo Jerez, The Bulería Experience en Claustros de Santo Domingo

Jerez, The Bulería Experience en Claustros de Santo Domingo / Manuel Aranda

En Sala Paúl han triunfado propuestas como las de Paula Comitre, la joven más destacada del ciclo ‘Savia nueva y universal’. En esa línea estuvo también Cristina Aguilera, con una idea interesante que le permitió mostrar sus grandes aptitudes en la danza. Fernando Jiménez, dentro del ciclo ‘Baile con ellos’, resultó atractivo dejando un sabor de boca más que positivo para el futuro. Con un discurso más tradicional, aunque visto desde una óptica actualizada, ha estado Carmen Herrera. La jerezana estrenó ‘La luz que me alumbra’, evidenciando en su tarde la evolución de su relato y la madurez importante de la que goza su estilo. Ese día estuvo acompañada por un elenco nutrido y valioso en el que destacó José Mijita, Miguel ‘El Londro’ y May Fernández. Por lo contrario, el montaje que presentaron Juan Diego Mateos y Belén Maya no fue del todo bien aceptado por la densidad de conceptos indefinidos que se mostraron. El guitarrista estuvo brillante pero el mensaje junto a la bailaora no caló demasiado. Hiniesta Cortés llevó su sevillanía con una obra clásica y muy flamenca, acertando de lleno en su vuelta a Jerez.

David Carpio, durante su actuación. David Carpio, durante su actuación.

David Carpio, durante su actuación. / Manuel Aranda

González Byass ha sido otro de los espacios aprovechados para propuestas de cante y guitarra. Tres han sido los nombres que han cosechado un rotundo éxito, cada uno en su estilo. El primero en pisar las tablas de Los Apóstoles fue José Domínguez ‘El Cabrero’, recién estrenado el Festival. El veterano y mítico cantaor se despidió de Jerez por todo lo alto, sin perder un halo de fuerza en su mensaje reivindicativo y contestatario. Días más tardes llegaron dos de los perfiles más interesantes del cante de Jerez. Por un lado David Carpio, con un recital clásico pero cargado de novedades, en letras y estilos, con Manuel Liñán como invitado, así como Diego del Morao y Manuel Valencia. David dejó el listón muy alto, y Miguel Lavi lo mantuvo en la presentación de ‘Viejos Retales’, su primer disco en solitario. Éste contó con Gema Moneo y Manuel Parrilla, con los que construyó una actuación redonda. En el mismo escenario se vivieron los instantes mágicos de esta edición con la seductora guitarra de Rafael Riqueni.

Por Compañía han pasado artistas como Noelia Sabarea, Luisa Palicio (lo mejor), Francisco Hidalgo y los ganadores del Concurso Turín de la Frontera, Maise Márquez y Gabriel Matías, también una tarde de gran altura.

Mateo Soleá en Villavicencio Mateo Soleá en Villavicencio

Mateo Soleá en Villavicencio / Manuel Aranda

Otro de los ciclos clásicos, el de Villavicencio, recuperó a algunos venerables, caso de María Vargas, inmejorable en su recital, y Mateo Soleá, un maestro de enorme conocimiento cantaor, como demostró una vez más. No hay que olvidar a Alfonso Carpio, otro artista que vive un momento dulce y cuyo grado de madurez es altísimo.

Las peñas flamencas han vuelto a ser los rincones de culto para el flamenco más natural, subiendo el nivel con respecto a otros años, destacando la presencia de Fernando Jiménez, Rocío Marín, Marta de Troya y Merci del Chícharo. Por primera vez ha actuado una bailaora japonesa, Harumi Hata, en Los Cernícalos.

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