La Crítica · Sala Paúl

La gracia de Cádiz, más viva que nunca

¡Viva Cai! Porque Cádiz sigue palpitando compás, gracia y salero. El cante de la Tacita de plata no tiene que temer sin Chano Lobato, sin La Perla o sin Mariana. La nueva hornada viñera viene pegando fuerte. Son jóvenes que mantienen la bandera del cante gaditano con absoluto orgullo.

Uno de esos dignos herederos del aire gaditano es David Palomar, quien llegó en la tarde de ayer al Festival para recordar a los suyos, a los que han marcado su impronta cantaora. Influencias que han marcado su personalidad artística y que él, aunque es evidente que cuesta trabajo, utiliza para conformar su propia imagen.

Denominación de Origen es su último trabajo discográfico. Su origen caletero baña de aromas a las alegrías y a los tanguillos. Es un auténtico juglar flamenco -con cariño- repleto de matices sonoros que arrastran a un público definido que añora los ecos de otros tiempos.

Un ser todoterreno, pues fue realizando sus cantes con elegancia y garbo, bien vestido, siempre sin perder su sello personal, aunque haciendo referencia en sus letras a los que admira. Contó con tres guitarras de postín, a cual mejor: Bolita, Rafael Rodríguez y Jesús Guerrero. Disfrutaron tanto en el escenario que hasta Bolita se sumó a los coros en algunas ocasiones, siempre con su guitarra en la mano.

El timón de las voces secundarias estuvo bajo la dulzura de Anabel Rivera y Roberto Jaén.

El cantaor buscaba la comicidad para conectar con un público entregado. En esta ocasión, un extenso programa nos bañó de sal. Desde las Alegrías de albero, con capote incluido, a El Cacharrito de Tomasa. Un pícaro por tanguillos y tangos que se reconvierte cuando templa por seguiriyas y soleá. Ahí se pone serio.

Sevillanas y fandangos, bulerías y guajiras. Todo un arsenal de estilos bien ejecutados en los que aparecieron, además de los propios de Cádiz o Los Puertos, aires del levante. Nivel en todo momento. Pero si hubo un momento destacado en la tarde de David, ese fue cuando se unió en perfecta armonía con María Moreno, una bailaora de raza criada en los tablaos sevillanos que mostró todo su potencial con mantón, y con magníficas manos y mejores pies.

Esos jaleos tan de Chano, esas anécdotas que contó... todo era revivir momentos gloriosos de esos genios del compás. Un rato largo pero lleno de pellizcos sin dolor. Palomar se emocionó y el público lo agradeció con una buena tanda de aplausos.

Cante

Denominación de origen

Cante : David Palomar. Guitarra: José Quevedo “Bolita”, Rafael Rodríguez, Jesús Guerrero. Palmas: Anabel Rivera, Roberto Jaén. Colaboración especial: María Moreno.  Día: 22 de febrero de 2015  Lugar: Sala Paúl.  Aforo: Lleno. 

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