Antonio Fernández García. Presidente del Consejo Regulador del Jerez

"El jerez es arte y ha de acompañar al flamenco"

  • Fernandez es amante del buen jerez y apasionado del flamenco en general aunque 'tortista' en particular.

 -Le apodan cariñosamente 'el gitano', ¿no tendrá eso que ver con su forma de cantar flamenco, no?

-Nooo (risas)... Más bien con el poder de conciliar, que lo ejercí durante mucho tiempo en mis responsabilidades públicas. Hombre, también porque nací y viví hasta los 19 años en el barrio de Santiago. Conviví con la gente del barrio como el difunto Moraíto, muy querido y amigo de jugar a los platillos.

-¿Qué distinguió antes la soleá de la seguiriya o el palo cortado del amontillado?

-(Ríe) Hombre, por vivencia... En fin, prácticamente a los ocho o nueve años ya estaba conviviendo con muchos flamencos y con personas del entorno del mundo gitano como Rafael, Chicharito...

-¿El flamenco y el vino de Jerez deben ir siempre de la mano?

-Según la propia tradición, el vino ha acompañado siempre al flamenco tanto en la expresión genuina como, luego, en la medida en que se ha profesionalizado. Es un buen binomio como representación cultural de un territorio. Los vinos del Marco, en particular, deben formar binomio con todas las expresiones culturales porque el vino es arte. El propio proceso de crianza de los vinos de Jerez es un arte y debe acompañar a las expresiones culturales más genuinas. Y en eso estamos.

-Usted es de los convencidos, y así lo intentó como consejero de Empleo, de que el flamenco y la industria cultural puede ser una salida para combatir el paro en Andalucía, ¿no es así?

 

-Lo intentamos. Ahora está mucho más consolidada esa idea que cuando iniciamos aquella apuesta por profesionalizar el flamenco. Firmé en su día un convenio con la consejería de Cultura para dinamizar créditos como autónomos para la industria flamenca y, finalmente, creo que en los últimos años se ha consolidado la infraestructura. Ese es el camino, tanto para la propia cultura del flamenco como para la potencialidad económica que tiene. 

-¿Quién se vende peor en Jerez, el flamenco o el vino?

-(Ríe) Efectivamente tenemos todos los elementos para vendernos mejor y, por tanto, creo que esta es la asignatura pendiente. Probablemente no nos hayamos adaptado con la rapidez que los tiempos exigen, pero si hay algo identificativo de España en el mundo son el jerez y el flamenco. La adaptación para estar con esa potencia y con esa intensidad tan presente en el mundo pasa por el reto de aprovechar las redes sociales como nuevo elemento de comunicación frente al presencial, cuando éramos líderes. Tenemos que aprovechar las redes sociales para vendernos mejor o, al menos, que nos observen y nos aprecien tan buenos como somos, en los vinos y en el flamenco. 

-Shakespeare fue el primer gran publicista de los vinos del Marco, ¿qué hemos hecho tan mal para haber acabado con estas ventas?

 

-El jerez, como muchos otros productos, ha tenido una evolución que comparamos con un periodo en el que no solamente entraban en juego las ventas. Antes de la incorporación a la UE, Jerez y, en general la economía, tenía unos procesos y un marco de incentivos que permitió una presencia de los vinos de Jerez con la que se quiere comparar. Es un contexto distinto al actual. Antes, cuanto más se vendía, más rentable, pero ese cuadro macroeconómico ha desaparecido y ahora estamos en unos mercados muy competitivos. También pienso que ha habido situaciones internas que nos han llevado a determinadas crisis; algunas decisiones de algún empresario muy conocido también llevaron a una situación durante dos etapas que indudablemente han hecho daño al jerez. Un sector que aún tiene en los mercados mundiales 48 millones de litros significa que tiene una muy importante presencia.

-¿Qué es más difícil poner de acuerdo a los bodegueros o a los aficionados al flamenco sobre purismo y heterodoxia?

 

-Este es un mundo complejo y no se trata de que sea difícil poner de acuerdo a las partes, sino que lo que se persigue es buscar el elemento común que hace que lo promocionable sea la esencia. Y eso es muy difícil cuando de arte se trata. A la hora de vender el flamenco hay tantas opiniones y matices como defensores y detractores.

¿Qué promociono a Caracol o a Camarón? Pues con los vinos puede pasar lo mismo. Hay tanto arte, cultura y poder en cada uno de los productos que es muy complicado extraer el común denominador porque cada uno son muy potentes en sí mismos.

-¿Hay algún caldo del Marco que sea más flamenco que otro?

-Hay tenemos otra asignatura pendiente que es la de asignar caldos del Marco y palos flamencos. Queremos acompañar a cada palo un tipo de vino de Jerez. Es un proyecto mínimamente iniciado que empezamos precisamente con Moraíto. Queremos hacer simbiosis y ligar el rigor de un oloroso, por ejemplo, con los cantes más puros.

-¿Si nos quedásemos sin viñas en el Marco sería como perder de golpe las grabaciones de Manuel Torre y Antonio Chacón?

-(Risa) Las dos cosas serían algo tan grave que no nos lo podemos permitir. Pensar en que Jerez no tuviese viñas sería pensar casi en otra ciudad. De alguna manera sería destruir una gran parte de la cultura de la gran agrociudad que ha sido siempre Jerez. Las dos cosas, desde mi punto de vista, sería algo que no es posible que ninguna generación permita que ocurra. 

-En una 'cata ciega', ¿distinguiría a Manuel Moneo de Agujetas y a El Torta de El Capullo?

-A El Torta de El Capullo creo que sí. Por razones de vivencias personales, pues a los dos los he escuchado mucho. Aunque con Moneo también he mantenido muchas relaciones personales y de amistad, y desde luego hay algunos quejíos de Agujetas que son identificables a la primera escucha. 

-¿Ha llegado a cantiñear alguna vez 'ajumao'?

-Nunca, nunca (risas). Cuando he estado en esos círculos, he pensado 'soy muy malo' así que no lo he intentado nunca porque sería un atentado.

-Como histórico del socialismo en la ciudad, la renovación del PSOE tras el congreso, ¿ha dado el cante o se ha hecho por derecho?

-Tengo un compromiso institucional que es estar aislado de la política y de los acontecimientos políticos...

-¿Pero tendrá opinión personal al respecto, no?

-Sí, pero bueno el compromiso que tengo con todos los componentes de la institución es no inmiscuirme en esos asuntos porque esta institución respeta por igual a todos los partidos. Por tanto, la evolución de cómo se ha hecho la mantengo dentro de mi esfera estrictamente personal.

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