Juana Soledad Fernández Monge 'María Soleá ' (1932-2005) forma parte de la historia del cante jerezano por pertenecer a la dinastía de los Terremoto. Dos años mayor que el gran Fernando Terremoto, poseía uno de los ecos más flamencos de las últimas décadas, destacando por ser una cantaora festera de esas que llegan al alma, sobre todo cuando se metía por cuplé o hacía la bulería corta de Jerez.

En su juventud solía frecuentar tablaos y fiestas privadas pero poco a poco se fue alejando de los escenarios hasta que en la década de los 80 regresó a primera línea. Curiosamente, en una entrevista de Diario de Jerez publicada en 1985, Juan de la Plata pregunta sobre ese regreso. "Yo he cantao desde siempre, Juan, pero en verdad, cante grande, hace un año o año y pico pa cá. Nunca había cantado en público cante grande pero ahora, desde que mi hermano se murió lo he hecho. No quiero que se pierda esta raza tan grande como es la raza de los Terremoto".

María Soleá reconocía que "yo no canto igual que mi hermano, pero tengo un poquito de aire de él. Como él cantaba era muy difícil de cantar y nadie se parece a él ná más que yo. No porque quiera hacer su cante sino porque soy su hermana y me tengo que parecer en algo".

Aparte de su hermano Fernando, al que admiraba por su cante, María Soleá reconocía que "el uniquito que me gusta es Manuel de los Santos 'Agujeta'. El cante de Agujeta no lo puede hacer nadie, pero no en Jerez, en to er mundo. El que quiera hacer ese cante está perdió. Le tocó a él, es un sello que tiene y eso nadie se lo puede quitar".

Cuando se le preguntaba por el cante que más dominaba, decía: "El que hago con más ganas y más sentimiento es la seguiriya, que creo que la hago bien. También la saeta", al tiempo que criticaba, en esa misma entrevista, y con la gracia que le caracterizaba su paso por uno de esos concursos saeteros. "Me dejaron pa la última, y si hay un puesto más atrás, más atrás me dejan. No sé qué pasa hoy a la gente que aprecia sólo la saeta de fuerza. Si llego a saber que lo que puntúa es la fuerza ni voy".

El Diccionario enciclopédico del Flamenco de Ríos Ruiz y Blas Vega la describía como "rotunda y contundente, esta María soleá, heredera del cante grande, gitano y puro de su hermano Terremoto. Una mujer que canta con verdadero embrujo todo el cante grande. Una mujer que puede ser una gran cantaora, de la que hablará algún día la historia. Su eco terremotero tiene todo el duende del mundo".