Manuel Carrasco Jiménez (1929-1992) ha sido otra de las grandes figuras del cante y del baile de Jerez. Conocido por todos como Manolito Jero, mantuvo siempre una personalidad arrolladora que lo hizo destacar en las fiestas de señoritos que por entonces acontecía, también en la Venta de Marival y en los Cuatro Muleros, donde compartió momentos impagables con compañeros como El Troncho, El Batato, Juan Ángel o El Borrico.

De este último, asegura en una entrevista que concedió a Jesús Palomo en un rotativo local, "haber aprendidoto lo que sé, los cantes míos son los que he escuchado de él. Además, mis hijos tienen el compás de Tío Borrico a la hora de tocar la guitarra".

Nació en la calle Nueva número 7 y desde niño fue un gran aficionado con vocación de artista. "Con 16 años debuté en el Villamarta con la bailaora Carmelita Domínguez. Un año más tarde me fui a la aventura a Sevilla, allí en el bar de Pepe Pinto, me gané mis primeras 500 pesetas por una saeta que canté al Cachorro y eso me abrió las puertas".

Tras recorrer ciudades como Sevilla, Barcelona o Madrid, "he vuelto a mi tierra de Jerez para dedicarme a la familia y descansar". Además, como él decía, "en esta tierra es donde mejor se canta, sobre todo en la Plazuela".

Con respecto a las nuevas generaciones, este aficionado y artista de especial gracia, aconsejaba que "no pierdan nunca esta raíz pura de este pueblo, que sean continuadores del cante puro, que no tienen que cambiar de camisas por ritmos que no son los nuestros".

No sólo le gustaba el cante y el baile, también el toreo, en especial Rafael de Paula por el que "vendí un traje para poder comprar la entrada de una corrida que dio".

Era un hombre de mundo y abierto a los nuevos tiempos, pues en la misma entrevista realizada por Jesús Palomo da especial importancia a los payos. "Ellos son quienes ponen más interés para que el flamenco no se pierda y para captar el ritmo en las palmas y el baile" - añade- "eso se debe a los aires de tierra albariza de Jerez".

La entrevista está recogida el mismo día en el que recibió un homenaje en el Club Nazaret, el 31 de marzo de 1989, un acto en el que participaron artistas de toda talla destacando la intervención por seguiriyas de El Torta con la guitarra de Moraíto. Horas antes, Manuel Jero se mostraba "agradecido y emocionado" con su pueblo, por eso quiso darlo todo, aunque "no voy a poder cantar sino llorar".

Culminaba la entrevista impresionado "por la cantidad tan grande de artistas que han querido participar en el festival, haré todo lo posible porque disfruten mis gentes".