Aunque pueda parecer lo contrario, la vida de las influencers no siempre es un arcoíris. También son personas y, a veces, necesitan parar para respirar y gestionar sus emociones.
Es lo que le pasó a Laura Escanes hace unos días, cuando tuvo que cancelar sus compromisos para priorizar, según dijo, su salud mental. Poco a poco, Laura ha ido recuperando la tranquilidad y la sonrisa. Y lo ha hecho en la mejor compañía, la de Álvaro de Luna.
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