El mar, refugio de los famosos

Cansados de tanto 'flash' y deseosos de pasar unos días de descanso huyendo de la ciudad, los famosos no dudan en pasar sus vacaciones en carísimos e imponentes yates donde la fiesta y el lujo están asegurados

Rocío Hacha

02 de agosto 2014 - 01:00

Cansados de ser el centro de atención allá donde vayan, cada vez hay más famosos que se alejan de los lugares de moda y los grandes hoteles de lujo y prefieren pasar sus días de descanso en alta mar. Actores, cantantes y aristócratas se suman a la moda marinera y optan por pasar el verano a bordo de ostentosos yates donde pueden huir (o eso creen) de los paparazzi y relajarse en cubierta. Independientemente de que la embarcación sea suya, alquilada o de algún amigo.

¿Dónde van Sharon Stone, los Beckham o Naomi Campbell cuando quieren disfrutar de unos días de respiro con todas las comodidades? Al yate de Roberto Cavalli. Allí pueden acudir al gimnasio, la piscina de hidromasaje o incluso ponerse un abrigo de piel si refresca, ya que el barco está bien equipado con las tendencias favoritas del diseñador italiano. Por fuera es rosa, púrpura y oro, por lo que es difícil pasar desapercibido en él. Cavalli organiza fiestas muy conocidas en el mundo de los famosos, una de las cuales tuvo lugar el pasado mayo en Cannes. Algunos como Irina Shayk, Kylie Minogue o Justin Bieber no se la perdieron.

De hecho, el cantante canadiense no se pierde una, y también ha disfrutado en otro yate de unos días de mar con la actriz de Fast and Furious, Michelle Rodríguez. Aún no se sabe si es porque se tienen mucho aprecio o, simplemente, para hacer rabiar a sus respectivas ex, Selena Gómez y Cara Delevigne.

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo también están este año veraneando en alta mar, concretamente en el Pacha III, un yate que Stéphano Casirahgi le regaló a su mujer, Carolina de Mónaco. Sus hijos han sabido sacar partido de él y cuando Pierre no está allí disfrutando con sus amigos y practicando juegos acuáticos está Andrea surcando aguas ibicencas.

Caso especial es el del Fortuna, donde ya no navegan los miembros de la Familia Real Española. En el año 2000, los empresarios de la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) regalaron a los entonces monarcas un barco de 41 metros de largo fabricado especialmente para él. Sin embargo, Don Juan Carlos lo ha devuelto a las Islas Baleares por sus problemas físicos. Ahora, la compañía turística Baleària es la dueña.

Si a alguien le seduce la idea de pasar las vacaciones en yate, puede optar por alquilar el Vajoliroja, el yate que pertenecía a Johnny Depp y Vanessa Paradis hasta su separación y que ahora espera a que alguien se haga con él por poco menos de 100.000 euros semanales, casi nada. 50 metros de largo, una cubierta ambientada en otra época y un interior único entre lo oriental y lo parisino esperan al afortunado que quiera convertirse en un lobo de mar con timón de lujo.

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