Nueva represalia real

El príncipe Enrique sufre la expulsión del castillo de Windsor

El príncipe Enrique durante la coronación de su padre.

El príncipe Enrique durante la coronación de su padre. / EFE

La ruptura y tensión latente del principe Enrique de Inglaterra con su familia estalló a raíz de la publicación de las memorias de él y su eposa, Meghan Markle,  En la sombra, a lo que se añadió la docuserie en Netflix, con todo lo que ya se venía arrastrando.

La situación de ostracismo en el seno de su familia ya se fue gestando con el llamada Sussexit, cuando los duques decidieron en vísperas de la pandemia de 2020 poner pies en polvorosa desde Buckingham y no tener que asumir agenda oficial. A cambio de hacer negocios en Estados Unidos prácticamente dejaban de existir en la familia Windsor, aunque Isabel II quiso mantener el nexo con su nieto.

Con Carlos III en el trono, el padre vive distante de su hijo menor y el menosprecio es la tónica desde la publicación del libro.  El rotativo The Daily Telegraph ha anunciado en esta semana que al pínicipe Harry "se le negó una habitación en el castillo de Windsor" cuando quería pernoctar debido a una serie de compromisos en el Reino Unido.

Los duques de Sussex en una imagen de su docuserie Los duques de Sussex en una imagen de su docuserie

Los duques de Sussex en una imagen de su docuserie

Lo sucedido se produjo a principio de septiembre, en las fechas del primer aniversario del fallecimiento de su abuela, y fue un momento embarazoso para el entorno del príncipe Enrique a raíz también del conflicto sobre el dispositivo de seguridad del duque cuando está en tierras británicas.

Desde el equipo más cercano al rey británico no se han tenido remilgos y fue invitado a que no vuelva a quedarse en Windsor y en otras dependencias de la familia real salvo que lo haya previsto con tiempo y tras dar el pertinente "aviso" que permita supervisar la petición.

Un detalle que revela la expulsión literal de Enrique, su mujer y sus hijos, que se quedaron sin residencia oficial en el Reino Unido por petición de Carlos III que destinó la residencia de Frogmore Cottage, en el entorno de Windsor, a su hermano Andrés, con la justificación de reducir presupuesto. El 'desahucio' se produjo en marzo cuando tuvieron que recoger todos los efectos personales aunque no se sabe si el príncipe Andrés, apartado desde el conocimiento de sus escándalos sexuales, ha hecho uso de dicha mansión.

Desde los medios británicos también se cita que con motivo de un actor benéfico, la entrega de premios de Well Child, el príncipe Harry quiso entrevistarse con su padre que decidió quedarse en el castillo escocés de Balmoral, en lo que hubiera sido su primer encuentro desde la coronación en mayo. Sin embargo ese encuentro entre padre e hijo no se ha producido y este contratiempo con su estancia en Windsor cuando iba a rendir honores a su abuela origina un motivo más por parte de los duques de Sussex. En apariencia, ambos no han querido mostrar pesar por esta reciente decisión que le obliga a preparar con meses de antelación cualquier estancia en dependencias reales.

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