La tercera boda de Robert Kennedy junior ha hecho que vuelvan a salir a la luz los aspectos turbios de su biografía. La vida del tercer hijo del asesinado senador Robert Francis Bob Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy es una suma de glorias y problemas. Su infancia no fue sencilla. Tenía diez años cuando el magnicidio de Dallas y catorce, una edad bien complicada, cuando su padre, en plena carrera hacia la presidencia, fue asesinado en Los Ángeles. Las dos muertes marcaron su juventud. A los quince años fue expulsado del selecto instituto donde estudiaba por su mal comportamiento y las bajas calificaciones. Pese a su rebeldía finalmente se graduó en Historia y Literatura y en Derecho. Pero el camino que siguió tras su remontada universitaria fue más bien siniestro.

A los 29 años fue arrestado por posesión de heroína y condenado a dos años de libertad condicional y trabajos comunitarios. Las drogas también le hicieron vivir uno de los peores momentos de su vida, la muerte de su hermano David, fallecido por una sobredosis en 1984.

Robert sí había conseguido rehabilitarse y se convirtió en un reconocido abogado y activista medioambiental, profesión que ejerce en la actualidad. Muchos de los casos que ha defendido han terminado con victoria de su parte. En 1998 asistía a la muerte de su hermano Michael, víctima de un accidente de esquí en la estación de Aspen, en Colorado.

En lo personal su vida también se caracteriza por un corazón inquieto. Se ha casado en tres ocasiones. La primera con Emily Black y la segunda con Mary Richardson, que se suicidó en el año 2010 poco después de poner fin a su matrimonio con Bob. Fruto de estos dos matrimonios es padre de seis hijos. Con ellos mantiene una muy buena relación y todos asistieron a esta tercera boda de su padre, que se celebró el fin de semana pasado en la residencia familiar en el exclusivo Hyannis Port, en la costa de Massachusetts. Allí contrajo matrimonio con Cheryl Hines, actriz conocida por su trabajo en la telecomedia de HBO Curb Your Enthusiasm. La pareja sella así dos años de noviazgo que no han estado exentos de la polémica.

Uno de sus enfrentamientos más sonados fue porque Robert guardaba y tenía al día una lista con el número de teléfono de varias mujeres que ya fue descubierta en su día por su segunda esposa. De hecho su actual mujer era una de las que aparecía en el listado. Pero con su matrimonio quien escenificar que se encuentran en su mejor momento y que Bob pretende dejar un pasado de hombre infiel y díscolo.