Hostelería

Adiós a los caracoles de La Plata en Jerez

  • El bar Anselmo cierra por jubilación tras casi 60 años de historia

Anselmo Benítez, días atrás, en la puerta del bar, ya cerrado.

Anselmo Benítez, días atrás, en la puerta del bar, ya cerrado. / Lucas González (Jerez)

Tapa de caracoles del bar Anselmo. Tapa de caracoles del bar Anselmo.

Tapa de caracoles del bar Anselmo.

Hace 60 años que el bar Anselmo daba nombre a una esquina de la barriada de La Plata. Lo abrió Anselmo Benítez Vega en 1963, hasta que falleció, en 1982. Tomó el relevo un jovencísimo Anselmo, con 22 años, tras acabar la mili. "Allí me he tirado 40 años de autónomo, aunque yo ya ayudaba a mi padre desde mucho antes. Fue una taberna, que era mi casa también entonces, ya luego pasó a ser un tabanco un poco mejor, con botas y demás. Luego hicimos un bar-confitería, que se transformó en un bar más grande. Poco a poco he ido criando a mis dos hijas allí, con la ayuda claro de mi mujer, Eloísa".

La ilusión de la hostelería es algo que siempre ha tenido Anselmo, "porque yo empecé trabajando en el bar Manila, donde estuve seis años. Ya me fui a la mili y luego me hice cargo del bar cuando él se fue... He tenido mis empleados, hemos estado muy bien".

Hace dos años, Anselmo cumplió 65. Decidió jubilarse y vendió el bar. Su hija y el marido se lo alquilaron al nuevo propietario para continuar el negocio, hasta que encontraran un trabajo acorde a las carreras que habían estudiado, "aunque yo he estado detrás tutelando" (ríe). Llegó ese momento, del que Anselmo se alegra, "porque para eso han estudiado sus carreras las criaturas". El cartel de 'se alquila' apenas ha durado unos días. 

Anselmo echa la vista atrás y recuerda en su mayoría cosas buenas vividas en el bar. "Hemos estado muy bien, con una gran clientela, gente que era casi de la familia. Todo muy familiar. Hemos ganado muchos premios, como el Plato de Oro por los caracoles, mejor establecimiento en el I Certamen de la Ruta de la Tapa Ole de la zona norte de Jerez, mejor establecimiento de la ruta de los caracoles de Jerez ocho años seguidos. Mi bar era antiguo pero la limpieza estaba al día. Eso sí, muchas horas abiertos, muchas. Toda la vida allí encerrados, como quien dice". 

Por una parte, siente que ha descansado ya, después de tantos años de dedicación y, por otra, tiene cierta nostalgia. "Los vecinos se han quedado muy sorprendidos, no paran de llamarme. Se creían que me iba a quedar toda la vida ahí (ríe). Pero gracias a Dios me vino la oportunidad de venderlo, si no, ahí seguiría, pero jubilarme me tenía que jubilar algún día". 

Muchas fotografías en la memoria, otras las guarda Anselmo en su casa, esas zambombas, los carnavales, "incluso llegamos a patrocinar equipos de fútbol. Con mucha pena recuerdo, que no quiero ni pensarlo, los tiempos de la droga, los 80... mejor no pensar. Pero sólo puedo decir, sobre todo, cosas buenas... Y dar las gracias, muchas gracias". 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios