Miguel Trujillo Pérez fue incinerado ayer en las instalaciones del Tanatorio de Jerez. El escritor, autor de la sección 'La frase del día' de Diario de Jerez, que mantuvo activa desde el 25 de abril de 2007, dijo adiós tras un breve periplo hospitalario. Este jerezano de adopción (nació en Lérida) vivió en la ciudad donde hizo su vida durante seis décadas que dejaron a su paso un amplio legado de ocho hijos y numerosos nietos.

A nivel profesional fue jefe de personal en Jerez Industrial así como secretario general de Williams & Humbert, además de vicepresidente del Casino Jerezano y pregonero de la Semana Santa de Jerez, honor que le llegó en la Cuaresma de 2003. No en vano la Semana Santa de Jerez fue siempre una de sus grandes pasiones junto con la cofradía de sus amores, la del Cristo de la Expiración. Pero, pese a ser la más importante, no fue su única aportación a las cofradías. Así, valga recordar que entre otras muchas intervenciones tuvo a su cargo el Pregón del Cristo de la Viga, la I Exaltación Poética de la Semana Santa, la Evocación Poética de las Siete Palabras de Cristo, la Oración Poética de la Hermandad del Perdón, así como el hecho de ser el primer pregonero de la Semana Santa de Alcalá del Valle, de donde eran sus mayores.

Nació en un pueblo de Lérida pero pasó en Jerez más de seis décadas de su vida

Fue el pasado 28 de abril cuando celebró su último cumpleaños. Apenas tres días después este medio publicó la última entrevista que concedió. Nadie hubiera podido pensar que no alcanzara los 87 años dada la vitalidad que mostraba en su carácter y en su físico a pesar de los obvios achaques de la edad.

Durante una década se esforzó en ofrecer esas frases fruto de su imaginación y, sobre todo, de la experiencia vital. Valga recordar que aquel día de su cumpleaños, tras hacer un hueco en sus obligaciones familiares a este medio, vino a la sede de Diario de Jerez con una frase bajo el brazo: "La vida es un rato". Parecía premonitoria. Cuando nos la dio a conocer manifestó: "La vida es un rato. Y es verdad. En este preciso momento estoy cumpliendo 86 años y puedo asegurarle que parece que era ayer cuando era un crío. La de ahora es una edad severa para seguir soñando". Valga ensalzar su nivel de compromiso. Este Diario le invitó hace casi once años a publicar sus frases y Miguel Trujillo cumplió con creces. "Cumplí con el compromiso que se me encargó", le gustaba decir.

Miguel Trujillo Pérez nació en Tirvia (Lérida) después de que su padre, guardia civil de Alcalá del Valle, fuera destinado a un pueblo de dicha provincia catalana. Después llegó a Jerez y ya nunca se fue. Contrajo matrimonio con su esposa, Teresa García, de la que enviudó.

Sus frases, verdaderas piezas de ingenio, meditación y bonhomía, tenían tres ejes fundamentales: la vida, los sentimientos y Dios.

Jubilado, solía pasear por el centro de la ciudad, calles a las que amaba. Era en ellas, según confesaba, donde se nutría de la sabiduría popular, de los pensamientos y sentimientos de otras personas. "Mis frases -recordaba- son el arte de la brevedad, el de dar mucho en poco. Es un artículo en miniatura. Son como píldoras encendidas que nos alumbran y nos pellizcan la sangre".

Con ese espíritu dotó a Diario de Jerez y a sus lectores de más de 3.500 pellizcos de tinta, de pocas pero escogidísimas palabras. Desde aquí, nuestro agradecimiento siempre y el más sentido pésame a su familia.