Alertan de que subsaharianos estafan en la ciudad con el 'timo de los billetes tintados'

Fuentes policiales han confirmado a este medio que súbditos subsaharianos de raza negra están perpetrando estafas en la ciudad con el 'timo de los billetes tintados'. Aunque esta modalidad delictiva ya lleva años realizándose por toda España, es la primera vez en la que se tiene constancia de que se esté llevando a cabo en la ciudad. Dicha estafa, de la que el Cuerpo Nacional de Policía ya ha recibido información, es especialmente peligrosa para el bolsillo de la víctima pues suele saldarse con decenas de miles de euros perdidos. Según las fuerzas del orden, se trata del 'timo de la estampita' de nuestros tiempos.

El 'modus operandi' del 'timo de los billetes tintados' suele ser el siguiente. Alguien, normalmente bien vestido y de origen africano, dice tener los productos químicos necesarios para fabricar billetes y hace una demostración. Los productos se aplican sobre unas cartulinas blancas del mismo tamaño que los billetes de 50 euros. A veces son negras y se dice a la víctima que son negativos de dinero original. Acto seguido el timador se coloca unos guantes de látex, llena un cubo con los productos (que oscurecen el agua) e introduce con la mano una cartulina blanca. En la otra mano lleva un billete de curso legal hecho una pelotilla.

Tras meter las manos en el agua y hacer mucho teatro saca el billete real del cubo, donde en el fondo suele quedar enganchada la cartulina blanca. Este billete incluso es ofrecido a la víctima para que vaya al comercio más cercano con detector de moneda falsa y compruebe que es de curso legal.

Acto seguido se ofrecen los servicios a la víctima para duplicarle o triplicarle su dinero a cambio de una mínima comisión. Si ésta pica entrega miles de euros. Bajo la excusa de que al tratarse de una cantidad mayor hay que esperar 24 horas, el dinero se queda sumergido hasta el día siguiente, tiempo suficiente para que los timadores se marchen del lugar con el dinero sin que jamás vuelvan a ser vistos por la zona. Estos timadores suelen organizarse en grupos cerrados de pocas personas que trabajan en perfecta coordinación.