Alijos de cocaína de 98% de pureza contrastan con la 'calidad' final

La Policía constata que las dosis que llegan al toxicómano se mueven entre un 10 y 20% de contenido de droga, lo que explica los pingües beneficios de los narcos

Droga y dinero intervenidos en la 'operación pollo'.
Droga y dinero intervenidos en la 'operación pollo'.
Redacción/ Jerez

28 de junio 2009 - 01:00

La Policía ha llegado a intervenir en Jerez alijos de cocaína de elevadísima pureza (hasta de un 98%), la denominada 'roca' en el argot, que contrasta con la escasa 'calidad' última que llega al consumidor final, sea el cliente de fin de semana (mucha cocaína es consumida sólo en ese período) o al habitual toxicómano, ya que el porcentaje de droga de las dosis habituales está en la horquilla de entre un 10 y 20%, e incluso menor, según fuentes vinculadas a investigaciones antidroga. La Policía sospecha que la crisis haya provocado incluso un grado de adulteración mayor para que los traficantes no pierdan márgenes.

La múltiple adulteración que experimenta la droga explica los pingües beneficios que logran los narcotraficantes con el consiguiente daño a la sociedad. Las últimas operaciones del grupo de estupefacientes contra grandes grupos han permitido decomisar alijos de kilos de cocaína con elevada pureza. El penoso 'récord' lo alcanzó el estupefaciente intervenido en la 'operación pollo' con ese 98%. Ahora se espera que Sanidad certifique la 'calidad' del más de un kilo de ese estupefaciente aprehendido en la 'operación Támesis', desarrollada este mismo meses, por la cual han ingresado en prisión cuatro posibles narcotraficantes.

Cocaína y hachís son los dos tipos de droga más consumidos en Jerez durante los últimos quince años aproximadamente. La heroína, todavía presente, es marginal y suele consumirse bajo la forma de 'rebujo' o 'ligaíllo', mezcla de cocaína y heroína, para potenciar los desgraciados efectos de una y otra. La cocaína finalista se adultera con distintos tipos de suero de venta libre en las farmacias (aunque no precisamente para esos fines) e incluso con compuestos anfetamínicos, cuyos efectos iniciales son similares a los de la cocaína. El precio de la dosis o 'papelina' de un gramo es de sesenta euros.

El grado de pureza del estupefaciente tiene otra influencia capital: puede influir de forma notable en la condena si se produjese. La droga debe dar un mínimo de toxicidad en los análisis, porque en caso contrario se considera inocua y por tanto, que no causa daño a la salud.

Varios clanes familiares han dominado el mundo de la droga desde hace décadas en Jerez. En los últimos años, como demuestran sentencias judiciales, han aparecido grupos de nuevo cuño, organizaciones mixtas compuestas entre españoles y colombianos, que suelen ser los suministradores o, en un escalón menor, los 'correos': trasladan la droga de un lado a otro por dinero y que incluso pueden no ser miembros directos de la organización, añaden fuentes de la investigación.

El consumo de cocaína en España no es nada nuevo, y ejemplos de ello es lo que recoge la serie televisa tan popular de 'Amor en Tiempos Revueltos', aunque no en los niveles actuales, donde España y EEUU están a la cabeza del consumo; o el dato, oficial, de que el Gobierno creaba por disposición de 22 de mayo de 1967 de la tristemente conocida Dirección General de Seguridad e integrada en la entonces llamada Comisaría General de Investigación Criminal, se crea la Brigada Especial de Investigación de Estupefacientes, embrión de la actual Brigada Central de Estupefacientes.

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