Ancce cierra el Centro de Alto Rendimiento de Chapín

El Centro de Alto Rendimiento de caballos de deporte del complejo municipal de Chapín ha cerrado sus puertas después de siete años de actividad. La Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española, Ancce, ha incluido el cerrojazo del centro deportivo dentro de un paquete de medidas de contención de gastos elaboradas la pasada temporada y entre las que también se vio afectado el mismísimo Sicab, escaparate del caballo español y del propio colectivo ganadero.

El presidente de Ancce, Javier Conde, ha reconocido a este periódico que el CAR arrastraba un balance económico negativo desde meses atrás imposible de soportar en estos momentos de crisis. "Las pérdidas del Centro de Alto Rendimiento de Jerez oscilaban entre los setenta y los ochenta mil euros, en concepto de manutención y nóminas de empleados, que no se han llegado a cubrir con las mensualidades de cada caballo", sostiene Conde. En las cuadras del CAR había estabulado en los últimos meses un total de veinte caballos de Pura Raza Española de diferentes ganaderos españoles que confiaron en los técnicos de la Asociación para el adiestramiento y entrenamiento de los animales. Cada ganadero pagaba por caballo alrededor de cuatrocientos euros al mes pero los números iniciales de Ancce eran otros.

Como se recordará, tras la clausura de los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez 2002, el entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, y el entonces presidente de Ancce, Adolfo Sánchez de Movellán, llegaron a un acuerdo por el que el colectivo ganadero disfrutaría de manera gratuita de cincuenta boxes de la nave principal de Chapín para la doma y el entrenamiento de imponentes caballos españoles. El acuerdo tenía una vida de veinticinco años a coste cero. En todo este tiempo, Ancce no ha conseguido llenar ni la mitad de los establos cedidos por Jerez y, por si fuera poco, se centraron en materializar fichajes galácticos para promocionar el CAR de la talla del olímpico Rafael Soto, Álvaro Domecq o el seleccionador nacional de Doma Clásica Jean Bemelmans. Para que el CAR pudiera mantenerse por sí solo haría falta casi el doble de ejemplares de los que había en esta última etapa, según Javier Conde. "El Centro estaba previsto para unos treinta y cinco caballos y en los últimos meses sólo estaban entrenando veinte".

No obstante, la Asociación Nacional no se plantea ni mucho menos prescindir de este servicio para sus asociados aunque sí desvincularse de una manera tan directa. En palabras de Conde, "hay que buscar otras formas de promocionar el caballo de deporte dentro de Ancce". El ganadero de Ancce podrá trasladar a sus caballos a otros centros especializados de España con los que Ancce ya está negociando (se barajan instalaciones de Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla) y será el propietario quien asuma los trámites y afronte el pago de la educación del caballo, esta vez con el coste de las instalaciones incluido.

Con la marcha de Ancce de Chapín, el faraónico complejo hípico municipal, que cuenta con una de las mejores instalaciones deportivas de España, se ha quedado prácticamente sin contenido deportivo (exceptuando la Escuela Municipal de Equitación). En cualquier caso, este no era el plan del entonces gobierno municipal, que insistía en que Jerez seguiría siendo un punto de referencia para la hípica mundial tras los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez 2002.