Andalucía, una región con importancia estratégica en la Guerra Fría

L. S. Moliní

05 de septiembre 2015 - 01:00

El por qué los soviéticos gastaron tiempo y recursos en elaborar por satélite una cartografía propia de Andalucía y Jerez sólo se puede entenderse dentro de la lógica de la Guerra Fría. Según la doctrina del Pentágono, Europa no aguantaría un primer empujón de los tanques rusos, que galoparían por las llanuras europeas hasta tropezar con los Pirineos. La idea de EEUU era convertir la Península Ibérica en una inmensa plataforma desde la que organizar y abastecer el contrataque contra la URSS. Además, Andalucía supone el 50% del Estrecho de Gibraltar, cuya importancia geoestratégica no se le escapa a nadie. Nunca hubo frente a Algeciras tantos pesqueros rusos (barcos espías en realidad) como en aquel periodo que transcurrió entre el final de la II Guerra Mundial en 1945 y la caída del Muro de Berlín en 1989.

Estos dos factores hicieron que se ubicasen en Sevilla bases aéreas como la de Morón y la de San Pablo (hoy desaparecida como la antigua base de la Parra en Jerez-, mientras que en Rota se ubicó uno de los mayores acuartelamientos aeronavales fuera del territorio nacional de EEUU. Incluso ese eje vital de comunicaciones que es la Autopista Sevilla-Cádiz estaba pensada como una gran pista de aterrizaje con la que organizar un descomunal puente aéreo con el que aprovisionar a las tropas que debían reconquistar Europa de las manos comunistas.

También hay que tener en cuenta la importancia castrense que tenía Andalucía en los años setenta, cuando Sevilla era sede de la II Región militar y de la División Mecanizada Guzmán el Bueno Número 2, una de las una de las unidades más importantes del Ejército. Sevilla y Jerez eran y siguen siendo un importante nudo de comunicaciones y, por tanto, puntos vitales en la defensa (o conquista) del sur de España.

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