"La experiencia de Italia y Madrid permitió a los hospitales andaluces anticiparse para evitar colapsos"
Entrevista | Ángel Estella, médico y coordinador del grupo de trabajo de infecciones de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva
Angel Estella no tiene lugar a dudas de que "los mayores son los héroes en la crisis del coronavirus"
"No tengo palabras para expresar el agradecimiento a las muestras de cariño que estamos recibiendo. Los sanitarios escuchamos los aplausos de las ocho con la sensibilidad a flor de piel", afirma
El doctor Estella (Algeciras, 1976) intensivista de la UCI del hospital de Jerez y coordinador desde 2018 del grupo de trabajo de infecciones de la Socidad Andaluza de Medicina Intensiva (SAMIUC), fue torero antes que médico. Tomó la alternativa en su ciudad natal el mismo día que se licenció en Medicina y ahora le ha tocado lidiar con el toro más difícil, la crisis del coronavirus. Esta entrevista se realiza a salto de mata por correo electrónico aprovechando sus descansos. Dos semanas después del primer contacto, Ángel Estella rompe su silencio para compartir su experiencia en plena crisis sanitaria.
-¿Qué mensaje puede trasladar a la población?
-Si rompo mi silencio es para transmitir a los enfermos y a sus familiares que estamos preparados y dispuestos a ofrecerles los mejores cuidados, y que afortunadamente vamos consiguiendo que se recuperen enfermos que ingresaron en situación de extrema gravedad. Esa ha de ser la noticia. Recientemente se ha publicado una noticia falaz en algún medio diciendo lo contrario, pero para nada va a nublar el gran trabajo de los profesionales sanitarios. La prensa en tiempos de crisis tiene también una gran responsabilidad social en lo que publica. Eso ha precipitado mi decisión de aparecer en público, aunque mi sitio ahora es la UCI.
-Ha costado trabajo que nos conceda esta entrevista. Entiendo que estarán saturados.
-A finales de marzo empezamos a recibir los primeros enfermos graves y preparando los planes de contingencia para lo que se avecinaba. Fueron días de trabajo intenso y en los que todos los esfuerzos se centraban en la atención de los enfermos más graves. Las experiencias de Italia y de Madrid nos alertaron de que había que para un aumento de casos graves. Ahora seguimos con más actividad si cabe, pero al igual que antes consideré que la entrevista podía esperar, al salir de la guardia he pensado que podría servir de mucho a vuestros lectores.
¿En qué situación estamos?
-Lo primero que quiero expresar a la población es que estamos ante una enfermedad muy contagiosa, con gran capacidad de expansión, pero que en la mayoría de sus presentaciones clínicas no se trata de una enfermedad grave. Esto es importante porque sólo se enfatiza en los casos graves y las muertes. El miedo no puede capitalizar este momento. Los hospitales nos hemos preparado para atender a los enfermos que necesitan cuidados hospitalarios, pero la mayoría están tratándose la infección en sus domicilios, siendo clave su confinamiento para que no expandan la enfermedad y así proteger a los más vulnerables que son la población de riesgo. Aún quedan días de mucho trabajo y esfuerzo que estamos realizando con la moral alta y sintiéndonos preparados.
-Entiendo que ha habido varias fases a la hora de afrontar la pandemia y que al principio había deficiencias lógicas en los hospitales ¿Cuentan ya con los medios necesarios?
-Como he comentado anteriormente, las experiencias recientes del Norte de Italia y en nuestro país, en la Comunidad de Madrid, nos sirvieron para anticiparnos y predecir lo que estaba pasando. Cuando uno se enfrenta a algo desconocido la coordinación entre centros es fundamental y las experiencias de los primeros momentos fue útil. Entiendo que esto ha sido una ventaja y hemos tenido tiempo para prepararnos. En nuestro medio no he percibido que hubiera improvisación, desde los primeros casos disponíamos de un plan de contingencia y medios para atenderlos.
-El Gobierno ha anunciado el reparto de un millón de test rápidos de detección de la enfermedad. Hay muchas personas del sector sanitario que no han podido hacerse aún esas pruebas.
-Hay decisiones que no dependen de los que estamos dedicados a la asistencia y, honradamente, no me considero un experto en epidemiología para dar una opinión contrastada. Son tiempos difíciles en los que existe una sobre-información no siempre fundamentada en el rigor ni en opiniones de expertos. Ahora, lo me toca es trabajar por los que sufren esta enfermedad, proponer a nuestros directivos iniciativas que parten de los clínicos que estamos a pie de cama. Le aseguro que lo hacemos prácticamente a diario tanto en mi hospital como a través de las sociedades científicas que nos representan. Ese es nuestro compromiso. Ya llegará el momento de hacer balance sobre las decisiones o planes estratégicos que se están tomando y, hecho esto, asumir responsabilidades.
-Hay un número importante de sanitarios que están infectándose por coronavirus.
-Es un dato preocupante. Habrá que analizar cuántos han enfermado y evaluar si las medidas de seguridad o prevención han sido las adecuadas. Obviamente, estamos en contacto con los pacientes con mayor expresividad clínica y probablemente, porque no se conoce con exactitud, con mayor carga viral y posibilidad de contagio. La protección del personal sanitario es sin duda una obligación siempre y más si cabe en estos tiempos. No nos podemos permitir bajas. En donde yo estoy no me he sentido expuesto, tenemos las medidas de protección necesarias.
-¿Cómo está siendo la actividad en los hospitales?
-Todas las especialidades están involucradas y han adaptado su actividad de manera considerable y dinámica. La coordinación de las mismas está siendo buena. En esto no hay brechas porque todos hemos comprendido que luchamos con un objetivo común. La atención primaria está siendo clave en el funcionamiento de los hospitales: atienden pacientes y solucionan sus problemas de salud gestionando camas hospitalarias con su valioso trabajo. En el hospital se está realizando una actividad de seguimiento inédita hasta ahora con consultas telemáticas, reorganización de actividades quirúrgicas, refuerzo de actividad en radiología, laboratorios clínicos y de microbiología. No quiero olvidarme de nadie, vamos todos a una, nadie es prescindible. Las plantas de hospitalización atienden a la mayoría de pacientes con infección por coronavirus que requieren ingreso, su labor diaria es admirable, luchan por evitar que evolucionen a una peor situación clínica. Y ni quiero ni puedo olvidarme de las Urgencias, porque ellos son el primer caballo de batalla. Son los profesionales que soportan la mayor demanda asistencial de los hospitales ininterrumpidamente, en épocas de crisis o sin ellas. Estuve mucho tiempo en su servicio, me siento uno de ellos y seguiré colaborando en lo que pueda aportar. Suponen una pieza esencial en el manejo clínico inicial y detección de pacientes más graves.
-Entiendo que el trabajo en la UCI es frenético. Usted trabaja en una de ellas.
-Atendemos a los casos más graves, no hay mañanas, tardes, ni noches porque la atención a los pacientes críticos ha de ser continuada y están en situaciones extremas. No dejo de admirar día a día el esfuerzo conjunto que se está realizando en las UCI. El personal de limpieza, los celadores, los auxiliares, los enfermeros y el personal administrativo están dando todo lo mejor en un proceso de compromiso que ha surgido de forma natural ante la necesidad que vivimos. Me emociona mi día a día y me siento orgulloso de la enfermería de las UCI. Se están dejando la piel. Tengo la suerte de estar en contacto directo con los intensivistas de todas las UCI de Andalucía a través del grupo de trabajo de infecciones de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SAMIUC) y es una satisfacción comprobar el esfuerzo diario y el compromiso que están llevando a cabo mis colegas. No debemos olvidarnos de una parte muy importante de sanitarios que están al frente de la epidemia con un compromiso admirable: los residentes de los hospitales. De ellos se habla poco estos días y son más que necesarios. Tuve el honor durante años de ser tutor de ellos y con estas palabras quiero agradecerles su compromiso. La clave del éxito de la calidad del sistema sanitario público mucho tiene que ver con el programa de formación de Especialistas Interno Residentes (EIR).
- Las muestras de solidaridad con los sanitarios están siendo espectalures.
-Nunca habíamos vivido una situación como esta, esta crisis está sacando lo mejor de las personas. Los gestos solidarios han sacado a la luz la grandeza humana. No tengo palabras para expresar el agradecimiento a las muestras de cariño que estamos recibiendo. Los sanitarios escuchamos cada día los aplausos de las ocho con la sensibilidad a flor de piel. Cada ciudadano que se queda en casa está gestionando camas libres de hospital, este es un hecho sin precedentes en el mundo. Gracias a todos vosotros, nosotros podemos trabajar mejor y dar las mejores atenciones a los que más lo necesitan. No sois conscientes de cómo nos estáis ayudando, estáis evitando casos graves sin saberlo. La gente necesita saber que lo está haciendo bien.
-La población les vitorea como héroes todas las tardes.
-Pues no somos héroes, ni mucho menos. Los héroes son esos pacientes a los que la lotería de la vida les ha llevado a una situación de riesgo vital. También lo son sus familias que están sufriendo pérdidas de un valor incalculable en unos tiempos convulsos. Por ellos estamos todos esforzándonos y mostrando compasión. Quiero pensar que nuestros pacientes lo perciben. Nunca negaremos un abrazo a los pacientes infectados con coronavirus, para ello los asistimos con medidas de protección. Nuestro temor no es ponernos enfermos, es que si lo hacemos no podríamos venir a trabajar y aquí hacemos falta. En los cuidados diarios de aseo, atenciones y exploraciones en la UCI no faltan por el personal que les atiende muestras de cariño, comprensión y ánimo a los pacientes que van recuperándose de su enfermedad, que cada vez son más. Desde SAMIUC estamos aunando esfuerzos por favorecer el acompañamiento y la comunicación, en ello estamos muy concienciados.
-¿Alguna propuesta?
-No pido a los periodistas que faltéis a vuestra misión informativa diaria, pero las noticias tienen mucha repercusión y los medios una responsabilidad ética en tiempos de crisis. Es por este motivo por el que hemos hecho esta entrevista. Usted comprendió mi rechazo a la misma apenas hace unas semanas y ahora me ha dado la oportunidad de que se retome. Hay una labor callada de mucha gente que son los verdaderos protagonistas del momento. Habrá tiempo de analizar las acciones que se han realizado de forma correcta y cuáles no, pero ahora no toca más que reclutar alianzas y los medios de comunicación deben ponerse a ello, como están haciendo.
-Y una reflexión final.
-Mi mensaje es para nuestros más mayores, que se están quedando en casa y se sienten vulnerables al ser población de riesgo. Hemos de reconocer su esfuerzo con muestras de apoyo y cariño diarios. Para ellos es mi aplauso diario y como familias tenemos que llamarlos por teléfono continuamente y demostrarles lo que los queremos. Componen una generación de pocos derechos y muchas obligaciones que trabajaron para que ahora nosotros vivamos de los caminos que nos abrieron con esfuerzos. Esos son mis héroes de esta crisis. Los demás somos profesionales, orgullosos de nuestra profesión.
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