Sanidad

Angelita Gómez denuncia negligencia durante su ingreso en el hospital

  • La conocida bailaora, ya recuperada, ha presentado una reclamación para que el centro sanitario investigue una serie de hechos que, en su opinión, pusieron en riesgo su vida

Angelita Gómez, en una imagen retrospectiva, muestra en su domicilio la bata de cola con la que debutó en el Villamarta.

Angelita Gómez, en una imagen retrospectiva, muestra en su domicilio la bata de cola con la que debutó en el Villamarta. / MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ

La bailaora Angelita Gómez ha presentado una reclamación en el hospital de Jerez, donde fue dada de alta el pasado 8 de noviembre, por una serie de hechos que ocurrieron durante su ingreso y que, considera, pusieron en riesgo su vida. Ayer, el primer día que salía de su casa desde el alta, y bastante recuperada, Angelita, que este año fue nombrada Hija Predilecta de la ciudad, señalaba a este medio que su intención al hacer pública la denuncia es evitar que se repitan las negligencias que, en su opinión y en la de su familia, se cometieron en su caso. "He estado a punto de morir", afirmaba.

En la reclamación solicita al hospital que investigue lo sucedido y pide también que se subsanen "todas las deficiencias de organización que inciden de forma negativa en la eficacia de las prácticas clínicas, en el bienestar y salud de los pacientes, en los diagnósticos acertados, en la realización de pruebas que luego ni se miran resultados o no se requieren a los centros concertados con el consiguiente gasto innecesario y sobre todo, en el sufrimiento del paciente".

La conocida bailaora y maestra de baile flamenco, de 74 años de edad, y con antecedentes de patología cardiaca, ingresó en Urgencias del hospital el pasado 30 de septiembre con un fuerte dolor torácico y recibió el alta después de unas horas tras recibir tratamiento y pese a que el dolor persistía.

Tres días después el dolor se había agravado por lo que volvió a Urgencias, donde le realizaron un tac con el fin de descartar un aneurisma, y quedó ingresada en la planta de Cardiología. Al día siguiente, 3 de octubre, le realizan un ecocardiograma y le diagnostican derrame pericárdico. Inicia un tratamiento y pasados tres días, "a pesar de seguir con el dolor, estar con goteros con los calmantes y una gran debilidad física", según su relato, la cardióloga decide darle el alta, a lo que la artista se niega porque no se sentía lo suficientemente fuerte para irse a casa.

Pasa el fin de semana en el hospital con calmantes cada cuatro horas, y en un estado en el que sus familiares llegaron a temer por su vida. El lunes, día 8, transcurrida prácticamente toda la mañana y sin que ningún facultativo hubiese pasado a verla su familia avisó al control de Enfermería de esta circunstancia. "Al parecer habían cursado mi alta y no aparecía en los registros que yo seguía en el hospital ocupando una cama y recibiendo tratamiento".

Al final un médico se pasó por su habitación preguntando qué le pasaba y tuvo que ser su familia quien se lo explicase. Al día siguiente otra cardióloga le vuelve a dar el alta y un tratamiento vía oral y de nuevo, a petición de su familia, se le permite estar un día más ingresada, para comprobar el resultado del tratamiento.

El día 10 de octubre abandona el hospital y el 26 vuelve a ingresar por Urgencias a instancia del O61 ya que al fuerte dolor torácico se unía la asfixia. Angelita quedó hospitalizada en Neumología porque no había camas en Cardiología.

Unos días después la llevan a un centro concertado para realizarle una resonancia torácica, cuyo resultado asegura que aún desconoce y el lunes 5 de noviembre le hacen un cateterismo para comprobar si la asfixia y el dolor tienen que ver con el stent coronario que le habían puesto hace tiempo.

En ningún momento -afirma la artista- le entregaron para su firma los papeles de consentimiento para la prueba, pese a que desde el viernes anterior sabían que se le iba a practicar, otra de las negligencias que Angelita apunta en su escrito al hospital y también denuncia la familia que no se le indicó que dejase de tomar adiro, medicación que, como se sabe, se utiliza para prevenir la formación de trombos y reducir el riesgo de obstrucción de las arterias en determinados pacientes.

Tras el cateterismo volvió a su habitación a las 14:40 horas y a las 17:00 horas le llevan un contraste para un tac que le iban a hacer a continuación. Comenta Angelita que se tomó el líquido con mucha dificultad ya que en aquel momento se encontraba muy débil y a las 19:30 horas un celador la lleva a Radiología para el tac.

Es este profesional, que había estado de guardia por la mañana y la había llevado a la anterior prueba, quien advierte al radiólogo de esta circunstancia. Éste se niega a hacer el tac por las condiciones físicas en las que se encontraba, sin haberse recuperado del cateterismo e informa a la familia que de haberse hecho el tac se hubiese generado un problema mayor.

La familia de Angelita y ella misma no saben cómo agradecer a este celador la advertencia que hizo y mantienen que sólo gracias a que esta persona había tenido también el turno de mañana no se llegó a poner en riesgo la vida de la bailaora.

Aún así, según relata ella misma, los problemas no acabaron ahí ya que una vez de vuelta en la habitación no le podían aflojar el torniquete del cateterismo porque había hemorragia y ante la imposibilidad de pararla, decidieron trasladarla al hospital Puerta del Mar a la una y media de la madrugada del 6 de noviembre. Allí resolvieron el problema y volvieron a trasladarla al hospital de Jerez.

Angelita recibió el alta el pasado 8 de este mes, ya un poco más repuesta, aunque aún desconoce los resultados de algunas de las pruebas que le realizaron y está pendiente de que le citen para otras. "Yo sólo quiero que lo que me ha pasado a mí no pase más, que haya más profesionalidad, más organización".

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