Apellidos con historia

Navegantes procedentes de las Islas Británicas han sido asiduos visitantes por estas tierras desde tiempos remotos, como lo atestigua el profesor José Antonio Mingorance en su trabajo La colonia extranjera en Jerez a finales de la Edad Media (2014). Uno de los productos por el que sentían especial predilección era el vino de esta parte de Andalucía.

Esta tradición se ha mantenido a lo largo de los siglos, alcanzando su auge a lo largo del siglo XIX. De este periodo sobresalen una serie de hombres que dedicaron gran parte de sus vidas al comercio del jerez, a su distribución y venta por todo el Imperio británico. Fue tal su éxito empresarial que algunos de ellos fueron distinguidos por la corona británica.

Son los conocidos como los Wine Merchants. A algunos de los más sobresalientes dedicaremos estas lineas. Un aspecto de la historia de nuestros vinos al que no se le ha prestado la atención debida, un trabajo que necesita la consulta a fondo de los archivos ingleses, que nos podría proporcionar una información fundamental para una mejor comprensión de la amplia aceptación del sherry por parte de la sociedad de aquel país, y sus colonias. Sin ellos, piezas claves, no hubiera sido posible ese éxito, apellidos que aún permanecen unidos a la imagen del jerez.

The House of Sandeman

La compañía fue fundada en 1790 por el escocés, nacido en Perth en 1765, George Sandeman. Más tarde se denominaría George G Sandeman, Sons and Company Limited, dedicada al transporte de vino, seguros y al comercio del lino y algodón. Desde sus inicios se especializó en los vinos de la Península Ibérica, especialmente de oporto y jerez.

Sandeman mantuvo relaciones comerciales con las bodegas del cónsul en Cádiz James Duff, para más tarde abrir una oficina en esa ciudad en 1809. Desde 1822 se asoció con José Pemartin, y en 1879, Sandeman absorbió esta última bodega, instalándose en Jerez . En 1894, Sandeman adquirió las legendarias soleras, con 800 botas, de A. Bernaldo de Quirós.

Cuando Sandeman falleció en 1841, le sucedió su sobrino, George Glass Sandeman, de quien desciende todos los directivos subsecuentes de la compañía. Para una más completa información aconsejamos la lectura de Two Hundred Years of Port and Sherry (1990), de Ned Hell, como el trabajo de historiador portuense, Javier Maldonado, El archivo histórico de Sandeman-Jerez. Fuente para la historia comparada de las economías del Oporto y el Sherry.

En una zona ajardinada, cercana a las bodegas que llevan su nombre, hay actualmente un monolito de metal, muy degradado por actos vandálicos, que le recuerda.

Ruskin e hijo

El también escocés, John James Ruskin, nació en Edimburgo en 1785 y falleció en Londres en 1864. Estaba casado con su prima, Margaret Cock/Cox. Su único hijo sería el famoso escritor, John Ruskin.

Entre 1805 y 1808 Ruskin trabajaría para la compañía de comerciantes de vinos Gordon&Murphy. Allí conocería a Pedro Domecq Lembeye. que junto al capitalista, Henry Telford, crearían en 1814 la firma Ruskin,Telford&Domecq, con la finalidad de comercializar los vinos de de la Casa Domecq en el Reino Unido. Estableciendo sus oficinas en el 11 de Biliter Street. Esto le proporcionaría una gran fortuna.

Su casa familiar en el 54 de Hunter Street, Brunswick Square, sería punto de reunión de los amigos de su hijo, como el pintor Turner, George Richmond y Samuel Prout entre otros, siempre invitados a degustar sus exquisitos vinos .

En 1833,y en una las visitas de Pedro Domecq a Londres, el hijo de Ruskin, se enamoraría de la hija de éste, Adéle Domecq. Una relación imposible. Ello inspiraría al joven Ruskin algunos poemas de amor. Del propio Domecq dijo esto en 1835: 'Viene para ser el que levante / Bodegas sobre bodegas con un guiño / Viene, para convertir el vino en néctar / Viene, para que las naciones lo puedan beber'.

En sus memorias, Praeterita, recordó las especiales relaciones de su padre con Jerez y el jerez.

Negocios y ciencia

El londinense John Peter Gassiot (1797-1877), fue un destacado hombre de negocios, pero también se sintió atraído por las novedades científicas de su época, sobre todo lo relacionado con la electricidad, siendo un activo miembro de la Royal Society.

En 1822 se une al riojano Sebastián González Martínez, creando la compañía Martínez&Gassiot, especializada en los vinos de Jerez y Oporto.

Tres de sus hijos se incorporarían a la empresa: Charles, John y Sebastian. El primero, Charles (1826-1902), sería Master of Vintners en 1894, y a su muerte donaría una importante colección de pinturas a la ciudad de Londres.

Por su parte, John Peter Gassiot Jr. se uniría en matrimonio con María Manuel Moreno de Mora y Vitón, hija y hermana de comerciantes gaditanos con negocios de vino en el Puerto de Santa María, así como con intereses en Inglaterra, La Habana y Honduras.

De Escocia a Irlanda

Parece ser que los escoceses han mostrado predilección por el jerez, ya que Alexander Findlater era de aquellas tierras. Nació en Glasgow en 1797, pero falleció en Inglaterra, en 1873. No tuvo descendencia.

Navegó por Terranova antes establecerse como comerciante de vinos en Dublín, en 1823, fundando la empresa Alex Findlater & Co, con la colaboración de su hermano Adam.

También fundaría una popular cadena de tiendas con otros dos socios Mackie y Todd.

El éxito le favorece, y en 1860 establece su sede central en Londres, en el 90-2 de Wigmore Street. Un siglo más tarde llegaría a tener más de medio centenar de tiendas repartidas por todo Londres y el sur de Inglaterra.

En 1930 la empresa lanza la marca de jerez March Brown así como su famosa gama de jereces Dry Fly con su conocida imagen distintiva.

La cadena se integraría en 1993 a Waitrose.

Sobre este comerciante del jerez nos remitimos a la biografía que de la familia elaboró Alex Findlater en el 2001: Findlater: the story of a Dublin Merchant Family.

El Byass de González

Hasta 1861 el bodeguero jerezano, Manuel María González Ángel, contaba en Inglaterra con su eficaz socio Juan Bautista Dubosc. Al fallecer éste le sustituiría el wine merchant Robert Blake Byass (1809-1872), naciendo la que hasta ahora se conoce como González Byass, aunque en el equipo rector actual no haya ningún Byass.

En el replanteamiento que se se produce por aquellos años, entra formar parte, Arthur Byass (1844-1910), hijo de Robert, y en 1870 ingresar otros dos miembros de la familia Byass.

Esta asociación de intereses jerezanos e ingleses hizo que con el paso del tiempo la bodega jerezana se haya convertido en una de las más importantes del sector en todo el mundo.

Los Gilbey, allí y aquí.

Toca el turno de los Gilbey, y su entronque con dos familias del vino jerezana. Walter Gilbey nació en 1831, en Bishop Storfrod.

En 1857, de vuelta de la guerra de Crimea, creó junto a su hermano Alfred la empresa W&A Gilbey Ltd., a la que se unió más tarde su otro hermano Henry para dedicarse a importar vinos de Sudáfrica. El éxito les sonrió, y pronto tuvieron sus oficinas en Oxford Street.

En 1893 la corona le otorgado el título de baronet, pero antes de fallecer, en 1914, su hijo Walter Henry se hace cargo de negocio.

A inicios de los 60 pasó a llamarse United Wine Traders y más tarde International Distillers and Vinters. Luego, en 1972, la controlaría Watney Mann para ser absorbida por Great Metropolitan el mismo año. En el 2008 las marcas pasaron a propiedad de Diageo, unión de Guinness y Great Metropolitan

Los Gilbey, que habían adquirido Croft en 1911, mantenían estrechas relaciones comerciales con familias vinateras de Jerez, lo que permitió además que dos hijos de Alfred, William Crosbie Gilbey casara con Margarita Petra Gordon, y su hermano, Newman John Gilbey lo hiciera con María Victorina Ysasi y González.

Formándose la rama española católica, de la que surgió el carismático sacerdote Alfred Newman Gilbey, capellán en la Universidad de Cambridge.

Para ampliar más datos de esta saga familiar dedicada al negocio de los vinos se puede consultar estas dos obras: Merchant Wines (1957), de Alec Waugh , y Gilbey Wine and Horse (1997), de Jane Kidd.

William Tanner

El capitán de barco, William Tanner, nacido en 1839, pertenecía a una próspera familia inglesa dedicada a la cría de ganado de raza. Sin embargo, pondrá sus miras en el negocio del alcohol. En 1872, en unión de su hermano, Henry Edward, funda la firma W&HE Tanner, en Shrewsbury, dedicada al comercio de cerveza y destilados.

La compañía Tanners actual es la fusión de otras cinco, siendo conocida hasta 1960 como Tanner&Southam.

En el 2017 celebraron el 175 aniversario, por lo que es considerada una de las empresas del ramo más antigua de Gran Bretaña. Su logotipo distintivo es un tipo de decanter de base plana utilizado en los barcos para una mayor estabilidad.

Aunque al principio estaba centrado en la cerveza, los vinos de Jerez pronto formaron parte de su cartera de negocios.

La compañía pasaría a manos de otro miembro de la familia, Alfred Tanner, que a su vez relegó responsabilidades en sus hijos Frank, fallecido en 1960, y Clive, que moriría en 1983.

En el 2014 fallecería Richard Tanner, hijo de Clive Tanner, que reorganizó la compañía. El actual presidente es James Tanner, de la cuarta generación.

De Perry a Harvey, más que un cream

¿Qué decir del origen del jerez más emblemático en Gran Bretaña?, el Harveys Bristol Cream.

El inicio de la empresa se debe a un tal William Perry, en 1796, pero será John Harvey (1806-1878), sobrino de Thomas Urch, socio de Perry, por la que se conocerá esta marca.

El joven aprendiz, John Harvey, se uniría a la sociedad en 1822, y en poco tiempo se hizo con las riendas del mismo. Tres miembros de la familia, John, Edward y Charles se unen a la aventura, perfeccionando los tipos de vino que les harían famosos, el Bristol Milk y el Bristol Cream.

En 1871 John Harvey cambia el nombre de la firma por el John Harvey&Sons.

A John le siguieron tres generaciones que mantuvieron el nombre de John Harvey. La quinta generación siguió al frente del negocio hasta 1956.

En este caso recomendamos los trabajos de Godfrey Harrison, Bristol Cream (1955), y el de Nigel Gilbert, Harveys Kidderminster Cream (2010).