Arte jerezano en la realidad virtual de Sony

Alberto Fernández Mancilla diseña escenarios para los videojuegos de realidad virtual del casco 'PlayStation VR' desde la sede londinense de Sony

Arte jerezano en la realidad virtual de Sony
Arte jerezano en la realidad virtual de Sony
Leonor De La Calle Jerez

02 de mayo 2016 - 01:00

Desde la aparición de los primeros videojuegos en los años 70 ha llovido mucho, tanto que dentro de muy poco se acabará eso de controlar a los personajes desde el sofá. Los jugadores podrán meterse en el pellejo de los protagonistas y emprender cientos de aventuras que los trasladarán a centenares de mundos diferentes. Uno de los encargados de darle vida a dichos escenarios es Alberto Fernández Mancilla, un jerezano de veintisiete años que estudió Bellas Artes y cuyas dotes artísticas llamaron la atención de la multinacional japonesa Sony. Los creadores de las PlayStation no dudaron en invitarlo a formar parte del equipo de artistas que trabaja en la creación de videojuegos para la recién nacida realidad virtual. Desde la sede londinense Alberto incorpora su arte a las experiencias virtuales de las gafas PlayStation VR (Virtual Reality), cuyos fanáticos esperan que salga a la venta este año.

Para llegar tan lejos hace falta talento y muchas, muchas horas de práctica. "Yo empecé a interesarme por la pintura cuando era muy pequeño. Estaba apuntado a un equipo de fútbol pero no me gustaba nada, me aburría muchísimo. Con el tiempo mis padres me dejaron elegir y me apunté a una academia de dibujo y allí empecé a pitar mis primeros dibujos al óleo", cuenta Alberto. Su pasión fue creciendo con los años y se fue a Sevilla a estudiar la carrera universitaria de Bella Artes, aunque por aquel entonces no pensaba que el arte gráfico le atraería tanto. "Nunca me planteé trabajar en videojuegos porque ni siquiera sabía que se podía desde Bellas Artes. Cuando entré en la carrera mi idea era dedicarme a la ilustración y los cómics, que era lo que me encantaba. Pero allí conocí a un profesor que contó que trabajaba en películas y videojuegos y fue entonces cuando empezó a picarme el gusanillo y a plantearme que era una opción profesional viable, no algo tan lejano a lo que no pudiera aspirar", comenta.

Pero Alberto no aprendió en las aulas. Desde el primer curso se involucró en diversos proyectos de empresas independientes que hacían videojuegos y que le requerían aprender por su cuenta el manejo de numerosas técnicas y programas de diseño . "Aprendí de manera totalmente autodidacta, de hecho era una de las cosas que más me frustraban de la carrera, porque aunque a mí me encanta el arte tradicional y sabía que iba a hacer ese tipo de arte, había asignaturas en las que te encargaban proyectos más creativos y libres y a mí me apetecía muchísimo hacer cosas que tuvieran que ver con los videojuegos y el 3D. Pero eran peleas constantes con los profesores, pues muchos de ellos consideraban que dibujar a través del ordenador no era pintar de verdad. Yo me ofrecía a hacerlo de forma diferente y eso me requería emplear una cantidad de horas brutales en aprender primero el manejo del programa y luego realizar el proyecto en sí. Pero ese esfuerzo no sabían valorarlo ni muchas veces evaluarlo", asegura.

Él, sin embargo, continuó desarrollando sus habilidades con el dibujo en 3D y las artes gráficas mientras finalizaba sus estudios desde la Universidad de Valencia, ciudad a la que se mudó en los últimos cursos. Fue allí donde encontró su primer trabajo. Comenzó como ilustrador, luego estuvo en Loading Home y después pasó a ser parte de Élite3D, empresa que fue su hogar durante tres años. "Élite3D era una empresa de outsourcing, que son las que se dedican a realizar una parte o un videojuego que en realidad pertenece a otra empresa. En Élite3D ya trabajé con Sony y Microsoft, que nos contrataban para que terminásemos un nivel o para que creáramos el vestuario, decorados o escenarios de algún juego", aclara. En ella Alberto dirigía a grupos de hasta 14 personas. Hasta entonces había trabajado en un total de 9 proyectos, entre los que se encuentran 'Ryse: Sons of Rome', 'The Great Fusion', 'The Passenger' o 'Rigs'. Pero un día sintió que necesitaba un cambio, realizar sus propios proyectos y desconectar, así que dejó su puesto fijo decidido a volverse a Jerez.

En cambio el destino tenía otros planes para él. "Yo salí de la empresa, me fui a tomar la primera cerveza con mis colegas y justo cuando le di el primer sorbo recibí un correo electrónico de uno de los jefes de Sony. Me decía que se había enterado que había dejado el trabajo en Valencia y que si quería irme a Londres allí tenía un puesto", cuenta recordando aquel momento. Al principio Alberto dudó durante unos instantes pero cuando se enteró de que trabajaría con realidad virtual empezó a pensárselo. "Cuando fui a Londres para hacer la entrevista y me probé las gafas por primera vez pensé que tenía que trabajar allí sí o sí. Era como estar presenciando el futuro", afirma.

Desde entonces han pasado ya 9 meses y Alberto está encantado. Trabaja como 'Senior Environment Artist', algo que podría traducirse como 'artista de escenarios' y cuya labor es darle forma al entorno de diversos videojuegos de realidad virtual. La política de confidencialidad de la empresa no le permite desvelar detalles de su trabajo, excepto que uno de los videojuegos en los que trabaja actualmente es 'The London Heist'. No sabemos cuánto tendremos que esperar para poder sumergirnos en los escenarios diseñados por este artista jerezano, pero estamos seguros de que le espera un futuro muy prometedor.

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