Juan Pedro Cosano. Abogado y escritor.

“Aspiro a que la gente se lo pase bien leyendo lo que escribo, que disfruten”

  • El autor jerezano publicará el próximo 25 de agosto su nueva novela, ‘El rey del Perú’ (Espasa)

  • Un ambicioso y documentalísimo fresco sobre los primeros años de la conquista

Juan Pedro Cosano posa con su último libro, ‘El rey del Perú’, en su despacho.

Juan Pedro Cosano posa con su último libro, ‘El rey del Perú’, en su despacho.

Si la situación lo permite, el abogado y escritor Juan Pedro Cosano presentará su nueva novela, ‘El rey del Perú’ (Espasa), el 11 de septiembre, a las 20,00 horas, en el palacio del Virrey Laserna, el último virrey del Perú, con la introducción de Miguel Arias. Nada le haría más feliz, eso, y que la gente se lo pasara fenomenal leyéndola, como él escribiéndola. Tras las tres recientes y exitosas entregas de las peripecias de Pedro de Alemán, el autor regresa con una obra que es un ambicioso y documentalísimo fresco de los primeros años de la conquista del Perú, un acercamiento a la fascinante cultura inca, la crónica de una aventura colosal donde concurren todas las pasiones humanas. El retrato de una gesta memorable.

–¿Por qué este libro y este tema?

–Realmente, fue un encargo de la editorial, que me sugiere que escriba sobre la hija de Francisco Pizarro, Francisca, que fue la primera mestiza, hija del conquistador y de una princesa inca. Hice un primer libro que se llamaba ‘La dama inca’ y no conseguí hacer la novela que queríamos; hice un segundo ya con el personaje de Francisca más difuminado ya que era muy pequeña y era difícil meterla en los hechos de la conquista, que no cuajó. Ya el tercero sí, ‘El rey del Perú’ (Espasa), que saldrá el 25 de agosto. Ha sido la novela que más me ha costado, porque no han sido tres versiones sino tres libros hasta dar en la tecla de lo que queríamos. El trabajo de documentación ha sido brutal y es que hay mucho escrito en las fuentes sobre la conquista del Perú, que no conocía y me he bebido las crónicas de la época. Ha sido bonito y he disfrutado.

–Un asunto casi inabarcable entonces.

–Es una epopeya fascinante, inabarcable en una novela porque la conquista del Perú se produce en poco más de 15 años, en los que pasan mucha cosas, hasta el punto de que hay tres guerras civiles entre españoles. Lo que he hecho es centrarme en una de las figuras, quizás la más apasionante. Francisco Pizarro era bastante seco y elegí a Gonzalo, el más pequeño de los Pizarro, que incluso se intentó rebelar contra el rey de España, pidió al Papa dispensa para casarse con su sobrina Francisca y se sospechaba que quería proclamarse rey del Perú uniendo las dos sangres, la de los conquistadores y la de la realeza inca.

–¿Qué quiere demostrar con este libro?

–Bueno, yo demostrar..., no escribo con moraleja ni busco intenciones más allá de distraer al público y hacerme feliz a mí, que es lo principal que yo consigo escribiendo. Pero sí es verdad que la conquista española de América ha sido una epopeya muy maltratada. Yo siempre lo comparo con la conquista de Norteamérica, que franceses e ingleses se limitaron a exterminar a los nativos aborígenes de esas tierras. Sin embargo, nosotros no, a pesar de que tenemos la mala fama. Lo que hicimos fue mezclarnos con los indios. Existieron barbaridades, como en toda labor de conquista existen guerra y sangre. Que también los nativos de América eran una civilización bárbara por mucho que queramos idealizarlas. Hubo masacre, esclavitud, enfermedades que ellos no conocían, pero también la cultura europea, la religión, las universidades, la sangre europea. Hay cosas buenas y malas, pero prefiero quedarme con las grandezas que con las miserias.

–Un libro contado desde varias voces.

–Sí. En la primera parte, el primer libro de los tres que componen la novela, se narra la conquista por un narrador omnisciente -en tercera- y en la voz de una noble inca que se llama Nayaraq, que es la gran protagonista. A través de su voz vamos a conocer la civilización inca, cómo vivían, pensaban, cómo funcionaban como pueblo y vamos a conocer sus aventuras. Es totalmente de ficción. Ella es la hija de un noble inca que tiene los poderes del don de lenguas y de ahí conoce a Gonzalo Pizarro. El segundo poder es que se le aparece un supai o demonio de la mitología inca, que cuando se presenta al lado de alguien esa persona muere al poco tiempo. El libro segundo está narrado en solitario por Nayaraq y nos ofrece una visión de la conquista del Perú y del fin del imperio inca. El tercer libro recupera las dos voces- en primera y tercera- para resumir los hechos que condujeron a Gonzalo al patíbulo.

–Hay aspectos de los incas que sorprenden por la época respecto al matrimonio y al sexo.

–Sí, eran muy abiertos en las relaciones de pareja, lo que sorprendió a los conquistadores, que se aprovecharon de ello y escandalizó a la Iglesia. Disfrutaban de su cuerpo cuando los reclamaba el gozo. Cuando una mujer y un hombre se gustaban celebraban un matrimonio de prueba con un conocimiento íntimo y completo previo, que se podía deshacer si ambos eran incompatibles.

–¿Qué ha cambiado en usted como escritor desde libros como ‘Hispania’ o ‘El abogado de pobres’?

–Pues he ido puliendo defectos y bueno, dejando a un lado la modestia, cada día escribo mejor y soy capaz de enfrentarme a nuevos retos. Las experiencias y la edad son un grado. Soy un lector compulsivo y a fuerza de leer cada vez escribo mejor. Soy capaz de escribir historias que al menos entretienen al público. Aspiro a que la gente se lo pase bien leyendo lo que escribo y que disfruten como yo lo hago escribiéndolas.

–Respecto a Pedro de Alemán, ¿habrá más entregas?

–Sí, queda una cuarta parte, pero no sé cuándo. Ahora mismo estoy también con una novela de María Luisa de Orleans, que dicen los que han leído lo que llevo que puede ser mi mejor novela. Tras ella trataré de acometer la cuarta parte de Pedro de Alemán.

–Reconoce que tiene facilidad para escribir...

–Sí, es algo que no me he ganado, me lo han dado.

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