El Ayuntamiento de Jerez estudia cómo instalar toldos en la calle Larga
La junta de gobierno local ha adjudicado la redacción del proyecto técnico para el entoldado del tramo que va desde la rotonda de los Casinos hasta El Gallo Azul
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En un nuevo intento por conseguirlo, el Ayuntamiento de Jerez entoldará un tramo de la calle Larga. Así lo ha anunciado este lunes el primer teniente de alcaldesa delegado de Presidencia, Centro Histórico y Fondos Europeos, Agustín Muñoz, que ha apuntado que la junta de gobierno local ha adjudicado la redacción del proyecto técnico para el entoldado del tramo que va desde la rotonda de los Casinos hasta El Gallo Azul. Un proyecto valorado en 18.000 euros que está incluido en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, financiado al 50% por la Junta de Andalucía y por el Ayuntamiento.
Una iniciativa de entoldado que cubriría también las calles Algarve y Latorre, "para las que ya está en contratación el proceso de adjudicación de la instalación".
Muñoz destacó que atienden así "a una reclamación, tanto de comercios como del sector de la hostelería, para aliviar esos meses de calor y favorecer las zonas de sombra y disfrutar de un paseo por la ciudad".
Una propuesta, la del entoldado, que ya adelantó en febrero el teniente de alcaldesa de Turismo y Promoción de la Ciudad, Antonio Real, con la "colocación de toldos temáticos en torno al vino en calles Algarve y Latorre", pero que ahora ha dado un paso más con la flamante adjudicación del proyecto técnico.
Un labor histórica casi imposible
Lo de dar sombra a la calle Larga nació como propuesta en 1996. El objetivo era seguir dotando al centro urbano, tras la peatonalización de Larga, de atractivos que incentivaran la presencia de gente y, por ende, el auge comercial de la zona. Una de esas ideas fue la colocación de toldos para dar sombra en los meses de verano, como se hace en otras ciudades andaluzas.
A priori, la iniciativa se acogió con buenas sensaciones en general, tanto en los comercios como en la ciudadanía. Otro asunto fue su colocación que implicaba fuertes sujeciones a las fachadas de los edificios. Pero llegaron los problemas. El 13 y el 23 de julio del 96 se produjeron sendos desprendimientos de fachada después de que los enganches fueran incapaces de aguantar la tensión de los toldos y las corrientes de aire propias de un casco urbano.
La caída de escombros sobre una terraza repleta de clientes llevó la alarma a un proyecto que fue considerado ilusionante en la Gerencia Municipal de Urbanismo. Esto tuvo como consecuencia la retirada de las grandes lonas por una cuestión de seguridad, pese a que la empresa instaladora aplicó un segundo sistema de sujeción más seguro sin que resultara eficaz.
La idea quedó en misión imposible, al menos en el formato que se ve en la imagen de la época. Posteriormente, se colocaron unos toldos más pequeños sujetos a postes en la zona de la Lancería hasta la plaza del Arenal, resultando bastante ridículo el invento. Y el asunto coleó, llegando cuatro años después hasta los tribunales ya que el Ayuntamiento no abonó la factura del instalador aludiendo que se hizo mal y sin seguridad.
Agustín Muñoz destaca que la redacción del proyecto técnico "se hace precisamente para eso, para buscar soluciones a estos problemas. Es la razón de ser de lo que hemos adjudicado, dar con las infraestructuras necesarias. Son 250 metros a los que habrá que dar soluciones. Todo se puede hacer".
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