Huelga del transporte

El Bar Arturo, sin pescado que servir, cierra sus puertas temporalmente

  • La conocida freiduría anuncia su cierre temporal por la imposibilidad de encontrar pescado y marisco fresco 

  • "Es la primera vez que nos pasa en los 62 años que lleva abierto el Bar Arturo", asegura una de las propietarias

Anuncio del cierre temporal colgado en redes por el Bar Arturo.

Anuncio del cierre temporal colgado en redes por el Bar Arturo.

"Con toda la pena de nuestro corazón, no tenemos más remedio que cerrar". El Bar Arturo, que en los últimos días había aguantado el tipo con una carta restringida por las limitaciones de la entrada de género, se ha visto obligado a echar el cierre temporalmente por la falta de materias primas, en concreto el pescado y marisco fresco en el que está especializado la conocida freiduría de la jerezana barriada de La Guita.

"Estimados clientes, os comunicamos que debido al paro de los transportistas y de los pescadores nos vemos obligados a cerrar temporalmente hasta que se solucione la situación. Esperamos veros lo más pronto posible", reza en el anuncio colgado en redes por el Bar Arturo, al que la clientela responde con mensajes de ánimo. 

Las hermanas Ojeda, copropietarias del Bar Arturo, han intentado aguantar el chaparrón con el poco género que encontraban en un mercado desabastecido por la huelga del transporte y el amarre de la flota pesquera, hasta que ayer miércoles a mediodía decidieron cerrar al quedarse "sin pescado que servir".

"No podíamos aguantar más", indica Noelia Ojeda, quien explica que "nosotros no sabemos trabajar congelados y, de hecho, no tenemos congeladores, pero ya no entraba nada de pescado de Sanlúcar, de Portugal ni del norte", mercados de los que se surtían del poco género con el que han trabajado en la última semana.

El Bar Arturo cuenta con una decena de trabajadores (tres en cocina, dos en barra y cuatro en sala y terraza) que esperan poder reanudar la actividad a la mayor brevedad posible. "Ojalá esto se solucione ya y podamos reabrir el próximo martes", indica Noelia Ojeda, no sin lamentar el nuevo revés que se une al cierre obligado durante los primeros meses de la pandemia por el cese de toda actividad no esencial durante el confinamiento. 

"Han sido dos golpetazos muy duros y es la primera vez que nos pasa en los 62 años que lleva abierto el Bar Arturo", que en alguna ocasión había cerrado puntualmente en algún temporal que impidió a la flota salir a pescar, aunque "casi siempre encontrábamos alternativas, pero ahora es imposible".

Noelia Ojeda comparte algunas de las reivindicaciones de los transportistas, pero no todas, toda vez que entiende que debían haber permitido unos servicios mínimos para no perjudicar a otros muchos autónomos y pequeños negocios.

"Se están cargando a muchos chicos porque hay mucha gente que vive al día", espeta la coopropietaria del Bar Arturo, quien asegura que "nosotros somos fuertes y, a pesar de los costes de un negocio que hay que seguir pagando aunque cierres temporalmente, no nos vamos a doblegar y saldremos adelante seguro".

 

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