Bendecida la capilla del sagrario de San Mateo ante el final de las obras

Quien haya pasado por el interior de San Mateo en los últimos días ha podido observar como en la capilla del sagrario ya no hay albañiles ni restauradores. El acceso a su interior sólo lo separa la magnífica reja, que por ciento dicen lo expertos que antaño fue dorada a fuego, que hasta hace poco tiempo estaba cegada para impedir la visión de la capilla. Las obras han terminado cumpliendo con los plazos pronosticados y precisamente ayer, a la finalización de la función solemne conmemorativa de los 300 años del Señor de las Penas, el obispo José Mazuelos la bendijo tras unos tres meses de obras en las que se ha conseguido estabilizarla ante la seria amenaza de su derrumbe. Lo de ayer fue una apertura oficiosa porque la oficial está prevista para dentro de algunos días con la presencia de las autoridades y de los principales patrocinadores de la intervención, el Ayuntamiento y, especialmente, la empresa Acciona, que han corrido con la mayor inversión. Esta próxima cita será con las imágenes titulares situadas en el altar y con el sagrario ya instalado en la capilla, que recupera así la función para la que fue promovida su construcción por parte de la hermandad del Desconsuelo, cofradía que recordemos se encuentra inmersa en la celebración de los tres siglos de bendición de la imagen del Señor de las Penas y que se trazó como objetivo tener concluida la intervención para esta fecha. Ayer con la función oficiada por el prelado, se puso el final al ciclo de cultos previos a la salida procesional que tendrá lugar mañana día 11, procesión que pondrá el epílogo a tres años en los que la hermandad ha conmemorado tres siglos de creación de la cofradía, tres siglos de la bendición de María Santísima del Desconsuelo y tres siglos del Señor de las Penas. Lo que sí queda patente es que los daños que padecía la capilla eran más serios de los que a priori se creía con una estructura interna de la cubierta muy debilitada. A falta de más detalles técnicos, se han descubierto algunas pinturas y otros elementos ornamentales de gran interés y riqueza. Asimismo, el retablo se ha limpiado y el resto de la capilla dejando el recinto con un aspecto totalmente distinto al que tuvo hasta hace poco. Incluso se ha dejado una ventana a modo de testigo de que detrás de los paramentos que se ven hubo otro mucho más antiguo.