Casi cinco meses y 120.000 euros han sido necesarios para culminar la primera fase del templo parroquial de San Juan Grande y Nuestra Señora de la Candelaria, que ayer fue bendecido por el obispo diocesano en una ceremonia que arrancó con la bendición. Como manda la liturgia, se asperjaron las paredes del templo y el altar, hasta ese momento desvestido. Seguidamente se visitó el altar y comenzó la misa, cantada por la coral de la Merced y San Juan Grande. Lo habitual es la consagración o dedicación del templo, pero como el edificio no es el definitivo, se llevará a cabo cuando esté concluido el proyecto en su totalidad. La iglesia, unos 200 metros cuadrados, se quedó pequeña para acoger a todos los que siguieron la ceremonia, con la presencia de miembros de la corporación municipal, del gobierno local, Upace, Unión de Hermandades, con su presidente, y algunas cofradías así como otras instituciones de la ciudad.

En el altar mayor mandaba el Cristo de la Sed. Otras imágenes que se irán incorporando son la Virgen del Amparo, titular mariana de la hermandad de la Sed, que ejecuta Elías Rodríguez Picón, y un relieve mariano obsequio de las monjas Clarisas que se situará en la entrada del templo.

En un tiempo récord se ha finalizado la construcción de esta primera fase que comprende el actual edificio que en un futuro y cuando culmine todo el proyecto será una capilla o sagrario. Para entonces, serán 1.200 metros cuadrados los que ocupará la iglesia, dependencias parroquiales y la sala rectoral. "Ha sido un trabajo fantástico de la constructora Eden Work y del arquitecto José Antonio Ayala, que han estirado al máximo el presupuesto y se han hecho suyo el objetivo de abrir el templo en el plazo previsto", confesó a este medio el párroco Enrique Soler. Un hombre tremendamente feliz por poder poner en marcha una vida parroquial normalizada, de la que dependerá en gran medida el crecimiento de la institución, su implantación en la zona y la culminación del proyecto: "la participación está abierta y esperamos que crezca. Sabemos que la crisis no ayuda a que se hagan grandes o pequeños esfuerzos", recordando que entre sus aliados para haber podido sacar adelante las obras han sido la Hermandad de la Sed "que ha aportado muchísimo", junto a un grupo de incondicionales que han formado una comisión de apoyo. "Ahora que la parroquia esta abierta nos permitirá darnos a conocer y que la gente se nos acerque".