‘Bocarambo’ es prácticamente el último de los restaurantes de Jerez que se ha unido a la nueva normalidad. En su ubicación de la plaza del Mamelón, su gerente, Manolo García Tubío, y su equipo (cuatro personas más le acompañan) han vuelto con toda la fuerza que la actual situación de pandemia permite. ‘Bocarambo’ está sirviendo almuerzos de jueves a domingo y cenas los viernes y sábado, si bien este largo fin de semana festivo en Jerez abrirán hasta el lunes para almuerzos y para las cenas jueves, viernes, sábado y domingo.

La llegada a esta nueva normalidad no ha sido ni mucho menos fácil. ‘Bocarambo’ cerró el 13 de marzo, un día antes de la declaración del primer estado de alarma. “Cerramos las puertas el día 13 porque la gente se asustó”, señala Manolo García Tubío quien recuerda que, además, también fueron los primeros en prestar un servicio a los jerezanos: “Empezamos a servir comidas tradicionales para llevar. Esta experiencia, que aún mantenemos, provocó que muchísima gente nos felicitara y nos dieran ánimos para seguir adelante. De esta forma conseguimos sobrevivir y salir adelante”.

A todo ello hay que unir otro evento de gran importancia como sucedió en junio “cuando nos llegó la invitación de González Byass para servir cenas en sus instalaciones. “Fuimos para mes y medio y estuvimos dos semanas más. Fueron unos eventos que nos permitieron seguir adelante y además darnos a conocer”

La historia de ‘Bocarambo’ es la de muchos negocios durante esta pandemia por el Covid. “Hemos conseguido sobrevivir, es decir pagar, comer y poco más”. Ahora el restaurante abre con limitación de mesas, “con los distanciamientos necesarios y dependiendo de los comensales que haya por mesas colocando 8 ó 10 mesas”.

“Servir cenas en González Byass ha servido para darnos a conocer mucho más”

‘Bocarambo’ abrió sus puertas en mayo de 2013, por lo que ya se encamina a sus ocho años de vida. “Desde siempre hemos apostado por la cocina tradicional jerezana, además de por las paellas, las cuales elaboramos siguiendo las recetas tradicionales levantinas y servidas en platos grandes como hacen por allí, no en tapas. Está la de pollo y conejos, utilizamos judías verdes, alcachofitas...ç y también ofrecemos la paella del Señoret (marisco pelado), que lleva además rape, cazón...”.

Si algo bueno ha tenido el forzoso cierre del interior del negocio “es que hemos aprovechado para acometer labores de pintura, reformas y redecoración”. Tras todo ello el pasado 1 de octubre abrió sus puertas los fines de semana. “Dadas las actuales circunstancias sugerimos siempre que se proceda a la reserva previa para grupos con una oferta concertada”.