Bodegas

La vendimia 2023 del Marco de Jerez gana peso y tiempo con el poniente

Un tractor entre los líneos del viñedo de La Canariera.

Un tractor entre los líneos del viñedo de La Canariera. / Manuel Aranda

Arranca la vendimia en el marco de Jerez. No se alarmen, que aún faltan diez días o más para el inicio de las labores de corta de la uva palomino con la que se elaboran los vinos de Jerez. La entrada en funcionamiento del primer lagar inscrito para la presente campaña no deja de ser una anécdota, ya que apenas ha durado unas horas, el tiempo que ha tardado la Compañía de Vinos del Atlántico en cosechar unos 300 o 400 kilos de moscatel de grano menudo, variedad casi extinta en el Marco. Y "no hay ninguna otra solicitud de inicio inminente", indica el Consejo Regulador del vino.

La vendimia de la palomino en esta bodega no está prevista hasta finales de agosto, muchos días después del arranque en la mayoría del viñedo del marco de Jerez, donde según la información facilitada por los distintos operadores del sector en el pleno del vino de esta semana, la campaña se generalizará a partir de la tercera semana de mes, con un incremento de producción previsto de entre el 15 y el 20%.

El proceso de maduración de la uva sigue su curso son sobresaltos este año, marcado por el predominio de los vientos de poniente, que aportan las blanduras o rociadas nocturnas tan beneficiosas para el normal desarrollo del cultivo de la vid. Las condiciones meteorológicas acompañan, sobre todo en comparación con las registradas el año pasado por estas fechas, con casi veinte días de calor extremo por encima de los 40 grados y levante seco que hacía difícil conciliar el sueño por las noches, lo que provocó el adelanto a finales de julio en la vendimia más temprana que se recuerda en la zona.

Racimos de uva en Viña La Canariera, de González Byass, en el pago de Carrascal. Racimos de uva en Viña La Canariera, de González Byass, en el pago de Carrascal.

Racimos de uva en Viña La Canariera, de González Byass, en el pago de Carrascal. / Manuel Aranda

El viñedo lo agradece, también los viticultores, que ven como la uva, que goza de una salud "excelente" por la ausencia de plagas y enfermedades, va ganando peso mientras se acerca el momento de vendimiar. Para ello, la normativa de la Denominación de Origen exige que la uva tenga un mínimo de 10,5 grados baumé -potencial de alcohol-, y según los aforos dados a conocer en el pleno del vino, la media en el marco a principios de esta semana rondaba los 9 grados baumé, con las viñas más avanzadas, en los pagos de interior, en 9,5 grados, y las más alejadas, las próximas al litoral, en 8,5%. 

Trebujena, una vendimia marcada por el pedrisco

En Trebujena, la Cooperativa Virgen de Palomares tiene previsto tomar muestras del estado de la uva el próximo lunes 31 de julio, por lo que su presidente, José Manuel Sánchez, sitúa el inicio de la vendimia más a principios de la tercera semana de agosto que a finales de la segunda.

El responsable de la principal cooperativa trebujenera confirma la ausencia total de problemas sanitarios en la presente campaña a pesar de la tormenta de pedrisco que afectó a buena parte del viñedo de este municipio, donde se estima una merma de producción final del 20% por los daños causados por el granizo, no así por problemas de pudrición que se temió pudieran aflorar tras la granizada.

"Las viñas que no se vieron afectadas tienen más producción que el año pasado, pero en conjunto habrá menos", indica Sánchez, quien no obstante puntualiza que "hasta final de la campaña no se sabrá con exactitud el alcance del pedrisco".

 

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