CENTRO DEL PROFESORADO DE JEREZ

Buenas prácticas educativas

Buenas prácticas educativas

Buenas prácticas educativas

No es fácil encontrar unanimidad a la hora de establecer una definición de "Buenas prácticas educativas". En principio, dicho concepto nace en el ámbito empresarial y, en los últimos años, su uso se ha ido extendiendo a contextos muy diversos, también al educativo.

Hablar de "buenas prácticas", alude a aquellas experiencias que presentan unos principios de intervención, objetivos de trabajo y procedimientos que se consideran apropiados y coherentes con la norma y que demuestran eficacia y utilidad en el entorno escolar. Facilitan el logro de los objetivos previstos, el desarrollo de las capacidades del alumnado y la adquisición de las competencias, conducen a la mejora de la institución escolar, del centro o del aula con efectos que perduran en el tiempo.

Son intervenciones educativas que facilitan el desarrollo de actividades de aprendizaje con éxito ya que hacen referencia a "algo que funciona y que ha obtenido los resultados esperados". Sus resultados concluyentes nos muestran una innovación respecto a lo que se hacía hasta el momento.

Práctica innovadora y modernización de la enseñanza

Una buena práctica es la innovación que permite mejorar el presente y, por tanto, es un modelo a seguir en el sistema educativo. En ella descubrimos la importancia de la "innovación" y "modernización" de los procesos de enseñanza - aprendizaje. Son prácticas que suponen una transformación en las formas y procesos que se dan en los centros educativos y se convierten en el germen de un cambio positivo en los métodos de actuaciones tradicionales.

En definitiva, no se trata de teoría sino de experiencias prácticas e implementadas, evidencias, con posibilidad de contraste, análisis y evaluación.

De "Prácticas educativas a Buenas Prácticas"

Las prácticas educativas son "buenas prácticas" cuando se diseñan de una manera consciente para responder a necesidades que han sido identificadas fruto de una evaluación cuidadosa de alguna característica del contexto educativo y que se hace preciso modificar y mejorar.

La práctica educativa es buena práctica porque tiene un objetivo definido, pertinente y realista. Incluye un código ético que guía la metodología, la implementación y la evaluación de resultados.

Parte de la construcción de un modelo lógico, con un conjunto de pasos ordenados y diferenciados entre sí, evaluándose los resultados obtenidos, utilizando indicadores que apunten hacia su efectividad, eficacia, eficiencia, sostenibilidad o flexibilidad.

Implica contar con recursos adecuados y suficientes, con la estructura económica, organizativa y técnica que hagan posible su práctica de forma sistemática y sostenida en el tiempo.

Supone contar con diversidad de agentes participantes además de los miembros de la comunidad educativa, que aportan sus ideas de mejora y contribuyen al desarrollo del proceso con mayor objetividad y profundidad.

Compartiendo experiencias: visibilizando las BBPP

Si lo que no se ve no se puede conocer, ni apreciar ni valorar, nuestras escuelas están necesitadas de hacer visibles sus "buenas prácticas educativas"; por partida doble, porque muestran lo que hacen bien y porque aprenden de otras escuelas con prácticas exitosas.

La transferibilidad es requisito básico las "buenas prácticas educativas".

Por ello, el documentar bien nuestras prácticas de aula o de centro posibilita el contagio en la mejora y que otras escuelas y entornos educativos puedan acceder a nuestras experiencias de éxito y aplicarlas a su realidad. Para ello nuestro Centro de Profesorado organiza los días 22 y 23 de noviembre en el IES Santa Isabel de Hungría de Jerez las IV Jornadas de Buenas Practicas Educativas donde habrá una muestra de las mejores experiencias de los centros de nuestra zona. Están invitados...

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