Califican de "riña aceptada" una pelea entre sindicalistas

El juzgado de instrucción número 2 de Jerez dejó ayer visto para sentencia el incidente, ocurrido el verano de 2011, entre afiliados de CGT y UGT en pleno centro de la ciudad. La Fiscalía, tras escuchar a las diferentes partes, mantuvo en su calificación final de los hechos que el tema fue "una riña mutuamente aceptada" entre los tres implicados - José García López, Manuel Rivero Debén (ambos afiliados o simpatizantes de CGT) y Rubén PérezCarvajal (de UGT). El Ministerio Público mantuvo que "hay contradictorias e incompatibles versiones entre los tres denunciantes" e interesó de la sala condenas para los tres implicados en la porfía.

Durante la vista oral celebrada ayer en la sala del juzgado de instrucción número 2 cada uno de los perjudicados, denunciantes e implicados en la porfía mantuvieron posturas diameltramente distintas. José García López (vigilante municipal y afiliado a CGT) declaró que "sí, soy maestro en artes marciales; por eso nunca voy abusar de mi preparación en ese tema contra otra persona. Mi ética me impide usar esa preparación que tengo contra otra persona". García señaló en la vista que "me he sentido muy mal (e incluso manifestó que estuvo de baja por depresión) ante el 'linchamiento' mediático que fue objeto, mantuvo, por parte de UGT y PSOE, que divulgaron varios comunicados de prensa acusándolo de ser un 'matón' tras esa "riña mutuamente aceptada", como señaló la Fiscalía.

Los tres perjudicados, afectados o denunciantes, señalaron en sala que estuvieron de baja médica a consecuencia de la pelea. No hubo ningún testigo directo de los hechos: un joven manifestó que conocía a Rubén Pérez de vista, "porque fuimos compañeros en el instituto", y que se lo encontró, "por casualidad", en el centro (después de que se hubiera registrado la riña, como quedó apuntado en sala) y "le `pregunté qué le había pasado. Rubén venía muy desorientado. Le dije (ante el aspecto que presentaba) que te llevo al hospital. Él sólo me decía que le habían pegado, que le habían pegado... Que eran dos compañeros de trabajo que me habían pegado".

Otro testigo de cargo, que dijo ser miembro del colectivo 'Democracia Viva', manifestó que vio a Rubén Pérez "al día siguiente. Primero, como persona, por educación, le pregunté por qué ha ido al centro de salud. No me quiso contarme nada. Luego me fui por el 'mentidero' y me enteré que le habían agredido. Pero, desde luego, él no tenía pinta de haber sufrido una "brutal agresió", como se ponía en la prensa".

Rubén Pérez sostuvo que anda por el centro (calle Corredara, plaza Esteve, bar las Parra Vieja...) cuando escuchó gritos: "Me llamaban maricona, perro traidor". Añadió que "no golpeé a nadie ni insulté a nadie. Me podían haber matado, en la calle no había nadie, estaba todo cerrado". Este afiliado de UGT explicó durante el juicio que "yo personalmente no tengo nada contra nadie, hay rencillas sindicales, pero ya está". José García dijo que estaba acusado por "cosas que vienen de mi trabajo. Soy vigilante y no le dejé pasar a unas depedencias municipales porque hay unas normas que tienen que cumplir tanto para una como otra persona. Lo que pasó - en referencia al incidente- es que fue a retarme. Ya me ha 'buscado' otras veces".

El tercer implicado en el juicio -de faltas, es decir, una infracción penal menor-, Manuel Rivero, dijo que "yo no lo golpeé. Las lesiones me las causó él porque me dio con el casco. Le empujé para defenderme. Él tenía el casco en posición de ataque".

Así las cosas, la titular del juzgado de instrucción número 2, Soledad Velázquez, dejó el caso visto para sentencia tras agradecer a los diferentes letrados que 'no se enredadaran' ya que había numerosos juicios pendientes durante ayer.